
Pregunta:
Respuesta:
Los libros del Antiguo Testamento se escribieron mucho antes de la encarnación de Jesús, y todos los libros del Nuevo Testamento se escribieron aproximadamente a finales del siglo I d.C. Pero la Biblia en su conjunto no fue compilada oficialmente hasta finales del siglo IV, lo que ilustra que fue la Iglesia Católica quien determinó el canon—o lista de libros—de la Biblia bajo la guía del Espíritu Santo. De hecho, la Biblia no es una colección de libros que no se autocanoniza, ya que no hay ningún índice incluido en ninguno de los libros.
Aunque el canon del Nuevo Testamento no se determinó hasta finales del año 300, los libros que la Iglesia consideraba sagrados fueron proclamados desde el principio en la misa, y se leyeron y predicaron de otra manera. Los primeros escritos cristianos superaron en número a los 27 libros que se convertirían en el canon del Nuevo Testamento. Los pastores de la Iglesia, mediante un proceso de discernimiento espiritual y de investigación de las tradiciones litúrgicas de la Iglesia difundidas por el mundo, tuvieron que trazar líneas claras de distinción entre los libros verdaderamente inspirados por Dios y originados en el período apostólico, y aquellos que sólo afirmaba tener estas cualidades.
El proceso culminó en 382 cuando el Concilio de Roma, que fue convocado bajo el liderazgo del Papa Dámaso, promulgó el canon escritural de 73 libros. El canon bíblico fue reafirmado por los concilios regionales de Hipona (393) y Cartago (397), y luego definitivamente reafirmado por el Concilio ecuménico de Florencia en 1442.
Finalmente, el Concilio ecuménico de Trento definió solemnemente este mismo canon en 1546, después de que fuera atacado por los primeros líderes protestantes, incluido Martín Lutero.