
Pregunta:
Respuesta:
Santiago 2:10 dice: “El que guarda toda la Ley, pero falta en un punto, se hace culpable de toda”. Sin embargo, Santiago no dice que todos los pecados sean igualmente malos. En los nueve versículos anteriores reprendió a los cristianos que muestran favoritismo y eligen a qué hombres amar (los ricos) y a cuáles no amar (los pobres). Santiago dice: “Si realmente cumples la ley real, según la Escritura: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo', haces bien. Pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y por la ley sois convictos como transgresores” (Santiago 2:8-9).
Los cristianos todavía están bajo una ley moral. Esto es lo que Santiago llama la “ley real” y Pablo llama la ley de Cristo en Gálatas 6:2. Los cristianos no pueden elegir a quién están llamados a amar y qué leyes morales están obligados a seguir. Santiago continúa: “Porque quien guarda toda la Ley pero falla en un punto, se hace culpable de toda ella. Porque el que dijo: "No cometas adulterio", también dijo: "No mates". Si no cometes adulterio y matas, eres transgresor de la ley” (Santiago 2:10-11).
En otras palabras, un cristiano no puede decirle a Dios: "¿Y qué si odiaba a mi prójimo? Al menos amaba a muchas otras personas". Del mismo modo que no puede decir: “¿Y qué si asesiné a un tipo? ¡Al menos no me acosté con su esposa! El hecho de que una persona guarde algunas partes importantes de la Ley (como “no cometer adulterio”) no excusa su incumplimiento de otras partes importantes de la Ley (como “no asesinar”). Jesús incluso reconoció que algunas personas que quebrantan partes menores de la Ley todavía irán al cielo, porque dijo: “Cualquiera que transgreda uno de estos mandamientos más pequeños y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos” ( Mateo 5:19).