
Pregunta:
Respuesta:
Compartir una copia física de un libro, ya sea con amigos o a través de una biblioteca, no priva al autor de una compensación justa. El autor recibe una regalía por la venta de cada copia física nueva de su libro. Sin embargo, en el caso de los libros electrónicos, el “compartir” se produce mediante la generación de nuevas copias electrónicas de un libro. Cuando el titular de los derechos de autor no autoriza el intercambio de libros electrónicos, el autor y su editor no reciben ningún pago por las copias nuevas no autorizadas del libro electrónico. No sólo eso, sino que cuando no hay registro de una venta autorizada para cada nueva copia de libros electrónicos, entonces el registro de ventas del autor se ve perjudicado, lo que a su vez afecta la capacidad del autor para negociar futuros contratos de publicación y ganarse la vida con sus escritos. .
Por lo tanto, no hay problema en compartir libros físicos, pero es inmoral compartir copias no autorizadas de libros electrónicos.