
Pregunta:
Respuesta:
La Anunciación no es “menos importante” que la Navidad, como tampoco podemos decir que cualquier celebración de un misterio de nuestra salvación sea más o menos importante. Sin Navidad no podría haber Viernes Santo ni Domingo de Pascua, sin embargo, el Triduo Pascual sigue siendo la celebración más alta de nuestra liturgia, más que la Navidad. No se trata de clasificar las fiestas según su necesidad en relación con otras fiestas.
Sin embargo, hay algunos problemas con la celebración. La Anunciación de manera igual a Navidad:
1. A nivel práctico, a menudo cae en mitad de la Cuaresma. Sería incómodo tener una alegre celebración de la Octava en medio de la temporada penitencial y luego regresar a los días penitenciales. También corre el riesgo de ser trasladado debido a la Semana Santa, que es la celebración central de la fe cristiana. Por lo tanto, tiene el problema práctico de eclipsar litúrgicamente a la Cuaresma o de ser eclipsado litúrgicamente por la Pascua.
2. Si bien el Verbo se encarnó en la Anunciación, no fue hasta Navidad cuando el Salvador fue anunciado al mundo. En muchos sentidos, la Navidad es una celebración de esta revelación pública (a través de pastores y magos) tanto como una celebración de la Encarnación.
3. Mientras estaba en el útero, Jesús sólo podía relacionarse con el mundo a través de María. Nadie podía tocarlo directamente ni Él podía tocar a nadie. Fue sólo en Su nacimiento que toda la relación de la humanidad con el Salvador se convirtió en una realidad experimentada.