
Pregunta:
Respuesta:
San Pablo escribió: “Anhelo dejar esta vida y estar con Cristo” (Filipenses 1:23). Sería extraño escribir esto si San Pablo no creyera que iría al cielo después de su muerte. Si San Pablo creía que simplemente iba a “dormir” hasta la resurrección, ¿por qué tardaría en partir de esta vida? ¿No habría tenido más sentido escribir que anhela morir y espera el día de la resurrección? En cambio, tiene una aparente expectativa de estar con el Señor inmediatamente después de su muerte.
Jesús le dijo al buen ladrón que estaría en el paraíso ese día y no en la resurrección posterior (Lucas 23:43).
El Libro del Apocalipsis (5:8) describe a los santos del cielo presentando las oraciones de las personas a Dios. Si los muertos no pudieron entrar al cielo, ¿cómo pueden estar allí para presentar oraciones?
Jesús parece condenar directamente la idea de que los muertos no están vivos de una manera significativa cuando dice que para Dios todos están vivos (Lucas 20:38).
El Nuevo Testamento atestigua abrumadoramente el hecho de que enfrentamos el juicio y el cielo o el infierno después de la muerte (Purgatorio es parte de alcanzar el cielo después de la muerte). La idea de que estamos “dormidos” hasta la resurrección se basa en una mala comprensión del uso poético/metafórico que hace la Escritura del término “dormido” para referirse a los muertos.