
Pregunta:
Respuesta:
La respuesta es porque, como suele decirse, la traducción es más un arte que una ciencia. En los idiomas modernos, ciertas palabras y frases a menudo no se traducen fácilmente de un idioma y cultura a otro, por lo que puedes imaginar los problemas que a veces se presentan al intentar traducir un idioma de 2,000 años de antigüedad a idiomas modernos.
“Llena eres de gracia” es literalmente “pleres charitos”, y esa redacción se usa en referencia a Jesús (Juan 1:14) y a San Esteban (Hechos 6:8). Obviamente, se usa con dos significados diferentes en esos dos pasajes, pero su significado se desprende claramente de su contexto. Técnicamente, cualquier persona que haya sido bautizada recientemente o haya recibido el sacramento de la confesión es pleres charitos.
En Lucas 1:28, la palabra que usa el ángel es kecharitomene. Así que no es literalmente “llena de gracia”, pero su raíz es el verbo griego “dar gracia” (charitoo). La palabra es el tiempo pasado perfecto, lo que significa que la acción de dar gracia ya ocurrió. No era algo que estuviera a punto de sucederle sino algo que ya se había logrado. La palabra también se utilizó como título. El ángel no dijo: “Ave María, eres kecharitomene" sino más bien, "Salve kecharitomene.” Por tanto la palabra no es simplemente una acción sino una identidad.
Por tanto, es difícil de traducir porque es un uso único de la palabra. Varios eruditos lo han traducido como “llena de gracia”, “agraciada”, “aquel que ha sido agraciada”, “muy agraciada” y “muy favorecida”. En última instancia, el traductor está usando el concepto de que ser agraciado por Dios es encontrar favor ante Dios. Parecería que cualquier traducción debería usar la palabra “gracia”, porque esa es la raíz de la palabra.
Sin embargo, puede sonar “torpe” para algunos: podrían pensar que “muy favorecida” suena más a un título que “llena eres de gracia”, y no hay nada intrínsecamente incorrecto desde el punto de vista teológico en afirmar que María fue favorecida por Dios. Considero que la Inmaculada Concepción es una prueba de que María fue favorecida por Dios.
Debido a la familiaridad que la gente tiene con la oración del Ave María y la connotación que los traductores protestantes usan “muy favorecido” para negar los dogmas católicos, el Leccionario para usar en la Misa todavía usa la frase “¡Ave, llena eres de gracia!” Pero tampoco es técnicamente una traducción incorrecta.