Pregunta:
Respuesta:
Quo Primum se refería a una cuestión disciplinaria en la Iglesia, no a una enseñanza infalible sobre la fe o la moral. La evidencia de esto es que una enseñanza infalible sobre la fe o la moral no permitiría (de hecho no podría) permitir excepciones tales como “a menos que se apruebe la práctica de decir Misa de manera diferente” o “a menos que haya prevalecido una costumbre de un tipo similar”. " De hecho, el documento afirma: “De ninguna manera rescindimos su prerrogativa o costumbre antes mencionada”.
Tales asuntos de disciplina de la Iglesia siempre permanecen sujetos a cambios futuros por parte de una autoridad igual o mayor. Ante esto, expresiones como “a perpetuidad” deben entenderse como “a partir de ahora, hasta que ésta u otra autoridad igual o mayor determine lo contrario”. El Papa Pablo VI tenía la misma autoridad que el Papa San Pío V. Por lo tanto, los cambios en la Misa bajo su autoridad eran lícitos y válidos.