
Pregunta:
Respuesta:
Esta afirmación [no hay salvación fuera de la Iglesia Católica] no está dirigida a quienes, sin culpa alguna, no conocen a Cristo y su Iglesia:
Aquellos que, sin tener culpa alguna, no conocen el Evangelio de Cristo ni su Iglesia, pero que sin embargo buscan a Dios con corazón sincero y, movidos por la gracia, tratan en sus acciones de hacer su voluntad tal como la conocen a través de los dictados de su conciencia – ellos también pueden alcanzar la salvación eterna. (Catecismo, 846)
Una comprensión literal de ser un miembro oficial/externo de la Iglesia Católica como necesario para la salvación no es la enseñanza de la Iglesia. Un sacerdote, el padre Feeney, intentó predicar ese mensaje y fue excomulgado en 1953. Este error ahora lleva su nombre y comúnmente se llama feeneyismo o La herejía de Boston.
El Santo Oficio en 1949 escribió al P. Feeney y le pidió que aceptara la definición/comprensión de la doctrina de la Iglesia Extra Ecclesiam nulla salus:
Por lo tanto, para que uno pueda obtener la salvación eterna, no siempre se requiere que esté incorporado a la Iglesia efectivamente como miembro, sino que al menos es necesario que esté unido a ella por el deseo y el anhelo.
Sin embargo, este deseo no tiene por qué ser siempre explícito, como lo es en los catecúmenos; pero cuando una persona está envuelta en una ignorancia invencible, Dios acepta también un deseo implícito, llamado así porque está incluido en esa buena disposición del alma por la cual una persona desea que su voluntad se conforme a la voluntad de Dios.