
Pregunta:
Respuesta:
Algunas de las obras de arte más famosas del mundo implican desnudez. La estatua de David en el museo del Vaticano está desnuda. Las pinturas de la Capilla Sixtina incluyen figuras desnudas. Está claro que la desnudez no es inherentemente inmoral en el arte.
Un modelo humano vivo que esté desnudo con el fin de mejorar sus habilidades artísticas no se consideraría inherentemente inmoral porque el propósito no es pecaminoso. El pecado de la lujuria puede ocurrir ya sea que alguien esté desnudo o completamente vestido. Por lo tanto, la clave de la moralidad de cualquier obra de arte en particular es la intención.
No podemos simplemente descartar la desnudez en el arte como si no fuera gran cosa. La lujuria siempre está con nosotros como especie debido al pecado original y debemos cuidarnos de reducir a otro ser humano a un objeto de deseo. Pero también debemos estar abiertos al hecho de que puede haber razones artísticas legítimas para incluir la desnudez.
El hecho de que se plantee este problema no significa que el cuerpo humano, en su desnudez, no pueda convertirse en objeto de obras de arte, sino sólo que este problema no es puramente estético ni moralmente indiferente. (Papa San Juan Pablo II, Reflexiones sobre el ethos del cuerpo humano en obras de cultura artística)
La intención y el propósito siempre deben examinarse cuidadosamente.