
Fechas
C. 195-400
Error principal
Negación de que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo sean Personas separadas de la Deidad; afirman en cambio que son modos, aspectos, energías, fases u oficios de una sola Persona divina.
Notas doctrinales
Conocida como sabelianismo, en honor al sacerdote romano Sabelio del siglo III, quien la desarrolló, esta herejía ha tenido otros nombres, basados en diferentes facetas de la herejía y varias conclusiones que se derivan de ella.
El sabelianismo enfatizó el hecho de que Dios es uno, concluyendo erróneamente que en la Deidad hay uno solo (lun-) principio o regla (-Arche). Por eso la herejía también fue llamada “monarquianismo”.
Los sabelianos explicaron su posición diciendo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no son tres Personas, sino tres funciones o modos de una sola Persona divina, por lo que también fueron llamados “modalistas”.
Se reconoció además que si el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo eran todos “modos” de una sola Persona divina, se seguía que el Padre, siendo la misma Persona que el Hijo, sufrió y murió en la cruz, y así en la cruz. En Occidente, esta herejía llegó a ser conocida como “patripasianismo”.
Cómo una Persona divina podría aparecer de tres maneras diferentes podría explicarse mediante analogías: apelando a la forma en que un actor puede desempeñar diferentes papeles en una obra usando diferentes máscaras; a la forma en que el agua puede existir en tres formas diferentes, sólida, líquida y gaseosa; y a la forma en que un hombre puede tener tres roles separados: hijo de una persona, esposo de otra y padre de una tercera. Sabelio dijo que en Dios hay tres modos, de la misma manera que el sol es brillante, redondo y caliente.
No está claro si se pensaba que los modos eran cosas entre las cuales Dios alternaba (como en las analogías de la máscara y el agua) o si eran cualidades exhibidas simultáneamente (como en los ejemplos de la relación y el sol). Algunos modalistas afirmaron que cuando terminara la redención, Dios se quitaría las tres máscaras del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y se manifestaría como una Persona unimodal.
Respuesta católica
Sabelio fue excomulgado por el Papa Calixto I (c. 220). El sabelianismo fue rechazado por los primeros concilios ecuménicos de Nicea, Constantinopla, Éfeso y Calcedonia. Estos concilios afirmaron que Dios es uno, pero hicieron la distinción entre Persona y naturaleza, enseñando que el Hijo y el Espíritu Santo son Personas separadas que comparten una naturaleza divina con el Padre.
En 382, el Concilio de Roma, presidido por el Papa Dámaso I, condenó la herejía y afirmó: “Anatematizamos también a quienes siguen el error de Sabelio al decir que el mismo es Padre e Hijo” (Tomo del Papa Dámaso, 2).
Tertuliano escribió importantes respuestas al sabelianismo (Contra Práxeas) e Hipólito (Contra Noetus y filosofumena). Estos autores señalaron los absurdos que implica el sabelianismo, como que el Hijo debe ser su propio Padre.
(Nota al margen: Hipólito era entonces un antipapa que encabezaba una congregación cismática en Roma. Más tarde se reconcilió con la Iglesia y finalmente fue mártir).
Paralelos modernos
El sabelianismo fue revivido en la época de la Reforma por Socinio, un reformador considerado hereje incluso por otros protestantes. El modalismo surgió en Estados Unidos durante el siglo XIX y hoy lo enseñan varias iglesias pentecostales, siendo la más conocida la Iglesia Pentecostal Unida (fundada en 1914).
Los modalistas pentecostales modernos afirman que “Jesús” es el nombre propio de la única Persona divina que aparece como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta noción también se conoce como “teología de la unidad” o la posición de “sólo Jesús”. Sus defensores tienden a ser proselitistas activos. Rechazan el bautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y, en cambio, bautizan únicamente en el nombre de Jesús.