Jesús conocía el poder de las preguntas. En la evangelización y la apologética, a menudo (incluido yo mismo) presentamos la verdad exponiendo los hechos como si estuviéramos presentando un caso judicial. Esa es una parte necesaria para transmitir un mensaje. Pero recientemente he llegado a apreciar un medio algo pasado por alto para hacer que otros reconozcan la verdad: la pregunta.
Dos cosas despertaron mi interés en las preguntas. Mientras leía el Evangelio de Lucas, noté que cuando el niño Jesús estaba en el templo sorprendiendo a los maestros con su sabiduría, no estaba (como a veces se lo representa) sermoneándolos. En cambio, comunicó su sabiduría “escuchándolos y haciéndoles preguntas” (Lucas 2: 46).
Después de familiarizarme con el uso que Jesús hacía de las preguntas, comencé a notar con qué frecuencia ocurrían en su predicación (por ejemplo, Marcos 11:29–30, 12:16). Sus preguntas eran como flechas sumergidas en el aceite del Espíritu Santo, atravesando corazones y mentes mientras penetraban hasta el centro mismo del asunto.
La segunda causa de mi nuevo interés en la “apologética de las preguntas” fue mi propio fracaso. No hace mucho tuve la oportunidad de reunirme con alguien que tenía preguntas sobre la fe católica. Él preguntó y yo respondí, o lo intenté. Después, pensando que parecía poco conmovido por nuestra discusión, se me ocurrió que habría sido mejor haber revelado la verdad (tanto de su posición como de la fe católica) si hubiera hecho algunas preguntas en lugar de solo tratar de responderlas.
Eso me llevó a pensar que sería útil memorizar algunas preguntas relacionadas con los temas más debatidos por protestantes y católicos. ¿Y qué mejor lugar para comenzar que con el tema tan controvertido de cuál es la fuente de la verdad? Si pudiéramos estar de acuerdo en eso, ¿en cuánto más podríamos estar de acuerdo?
Una creencia fundamental y ampliamente extendida en el protestantismo es que toda la verdad teológica está contenida únicamente en la Biblia, y que ella sola es la única regla de la fe cristiana. Cuando esto se afirma con sinceridad y convicción, los católicos a menudo nos quedamos atrapados en dar referencias bíblicas específicas para cada palabra que pronunciamos. En cambio, pensé, en respuesta a la pregunta "¿Dónde está eso en la Biblia?" ¿Por qué no hacemos algunas preguntas pertinentes por nuestra parte?
Una palabra de precaución aquí. Existe un peligro inherente al enumerar preguntas fuera del contexto de una conversación. Puede dar la impresión de un contrainterrogatorio. Para aprovechar mejor el espacio y tener la forma más fácil de recordar las preguntas clave, las he enumerado. Pero no sugiero que embosquemos a nuestros amigos o rivales con una investigación tras otra. En cambio, haríamos mejor en escuchar con respeto, como lo hizo Jesús en el templo, y luego, con la ayuda del Espíritu Santo, decidir cómo responder. Nuestro objetivo no es forzar a la gente a conocer la verdad del catolicismo, sino hacer que tengan hambre de ella.
La “Biblia sola”: ¿Cómo funciona?
El reto: Su amigo protestante sostiene que la Biblia es la única fuente de verdad cristiana y le pide que le muestre en las Escrituras las referencias que respaldan sus creencias católicas. Dado que el catolicismo es sólidamente bíblico, su primer instinto es seguir adelante. Pero entonces estarías aceptando su premisa de que toda verdad debe encontrarse explícita y únicamente en las Escrituras. El verdadero problema es si su suposición es correcta o no. Usted comienza preguntándole cómo funciona el método de “solo la Biblia”, invitándolo a examinar si es confiable o no para llevarlo al conocimiento seguro de la verdad.
Las preguntas:
- ¿Puedo preguntarte qué quieres decir cuando dices que crees “sólo en la Biblia”?
- ¿No es necesario que alguien interprete la Biblia para determinar lo que significa, incluso si es sólo la persona que la lee? ¿No compromete eso la pureza del mensaje de la Biblia?
- Para comprender el significado de los textos bíblicos, ¿no escucha usted sermones, participa en estudios bíblicos y lee libros cristianos?
- ¿Son esas fuentes Escritura? ¿Garantizan los pastores, maestros de la Biblia y autores que sus interpretaciones están libres de error?
- Sin esa garantía, ¿no es cierto que no hay forma de saber con seguridad si se le ha dado la interpretación correcta?
- Si no se puede conocer la verdad con certeza utilizando únicamente la Biblia, ¿cómo es posible que la Biblia sea suficiente?
- ¿Sabe usted lo que dijo el renombrado pastor protestante AW Tozer sobre este tema? Dijo: “Supongo que a más gente le gustaría que declarara que predico la Biblia y nada más que la Biblia. Intento hacer eso, pero la honestidad me obliga a decir que lo mejor que puedo hacer es predicar la Biblia tal como la entiendo” (El púlpito de Tozer, vol. 2, Publicaciones cristianas, Camp Hill, PA, [1994], 10–11).
- ¿Sabe usted lo que el pastor Tozer deseaba tener para asegurarse de llegar a la comprensión correcta de las Escrituras? Le hubiera gustado haber oído hablar de “uno de los apóstoles o de cualquiera de los grandes padres primitivos de la iglesia” (ibid., 9).
- ¿Cree usted que la interpretación de las Escrituras que hicieron los apóstoles sería confiable? ¿Más confiable que el de su pastor? ¿Aceptaría usted la enseñanza apostólica sobre temas bíblicos como el bautismo y la Comunión si fuera posible conocerla?
El punto:
En la práctica, es imposible confiar únicamente en la Biblia. Aquellos que afirman hacerlo, de hecho, buscan continuamente otras fuentes en un intento de comprender la Biblia. Y esas fuentes no garantizan que siempre darán una explicación correcta, es decir, una intención del Espíritu Santo.
Ningún cristiano o denominación protestante, “solo de la Biblia”, afirma que siempre interpretará las Escrituras sin error. El resultado, que quizá no suelen contemplar, es que nunca podrán estar completamente seguros de llegar a la verdad. ¿Cómo pueden saber con certeza que su visión de las Escrituras es correcta y que la interpretación del pastor de la cuadra, que no está de acuerdo con la de ellos, está equivocada? La Biblia por sí sola no puede resolver este dilema.
La Iglesia Católica, por otra parte, nunca ha perdido la interpretación apostólica confiable de las Escrituras. Esta interpretación auténtica, que se encuentra dentro de la Iglesia, permite a todos los que la escuchen tener la palabra de Dios en “plena pureza” (Dei Verbum 9), libre de la mezcla del error humano, ese peligro siempre presente que deben enfrentar continuamente aquellos que confían en la “Biblia únicamente”.
La “Biblia sola”: ¿De dónde vino?
El reto:
Se le dice que, desde el comienzo mismo del cristianismo, era práctica de los creyentes depender únicamente de la Biblia como única fuente autorizada de doctrina. La Iglesia Católica es acusada de innovación al desviarse de este estándar de la Iglesia primitiva de Sola Scriptura.
Las preguntas:
- ¿De dónde vino la enseñanza de confiar únicamente en la Biblia? ¿Puedes mostrarme cuando empezó?
- ¿Llevaban los cristianos del primer siglo sus Biblias a la iglesia?
- ¿No? Entonces, ¿la doctrina de “solo la Biblia” no se remonta al comienzo del cristianismo? ¿No fue iniciado por Jesús o los apóstoles ni practicado en la Iglesia primitiva?
- Si nuestro Señor pretendía que los cristianos confiaran únicamente en la Biblia para conocer la verdad, entonces desde el principio las Biblias tendrían que haber estado disponibles para el creyente promedio, ¿no está de acuerdo?
- Entonces, ¿cuándo estuvo la Biblia disponible para el creyente promedio?
- Para tener la Biblia, primero era necesario determinar qué libros fueron inspirados por el Espíritu Santo, ¿no? De lo contrario, ¿cómo sabría una persona que lo que está leyendo es la palabra de Dios?
- ¿Sabías que el canon de las Escrituras no quedó completamente establecido hasta finales del siglo IV?
- Pero incluso después de eso, el cristiano promedio no habría podido conseguir una Biblia, porque la imprenta no se inventó hasta el siglo XV, y ni siquiera entonces la mayoría de la gente sabía leer. Dado que fue imposible para la gran mayoría de los cristianos tener acceso regular a una Biblia durante al menos los primeros quince siglos del cristianismo, ¿cómo pudo la doctrina de “la Biblia sola” haber sido la enseñanza de la Iglesia primitiva y la norma del cristianismo?
- ¿Alguna vez has oído hablar de la doctrina de “solo la Biblia”? Sola Scriptura¿Ser parte de la enseñanza cristiana antes de la época de la Reforma en el siglo XVI?
- Dado que comenzó con los reformadores protestantes y a lo largo de la historia cristiana no fue practicado por la gran mayoría de los creyentes, ¿por qué afirma usted que Sola Scriptura ¿Debería ser la norma para todos los verdaderos cristianos?
El punto:
Es evidente que la doctrina de “sólo la Biblia” no formaba parte del cristianismo primitivo. Tampoco podría haber sido la práctica estándar de los cristianos durante al menos quince siglos. La Reforma no recuperó la enseñanza de Sola Scriptura; la Reforma lo trajo del.
La “Biblia sola”: ¿Y si Dios diera más?
El reto:
Se afirma que los verdaderos cristianos creen que la Biblia (la palabra escrita de Dios) es la única fuente de verdad autorizada. Entonces, agregar cualquier otra fuente, como la Tradición Apostólica, a las Escrituras es desviarse del cristianismo auténtico.
Las preguntas:
- ¿Diría usted que considera a la Iglesia primitiva (la Iglesia del Nuevo Testamento) como el modelo de creencia y práctica cristianas auténticas?
- Ya hemos visto que, en la práctica, era imposible para estos primeros creyentes confiar únicamente en la Biblia como única guía hacia la verdad, pero ciertamente no estaban sin la verdad. La pregunta entonces es: ¿cuál fue la fuente de la verdad?
- En varios lugares de las Escrituras vemos que la fuente de la verdad para los primeros cristianos fue la enseñanza oral de los Apóstoles (por ejemplo, Hechos 2:42, 16:4; 2 Timoteo 1:11-14). ¿Crees que esta enseñanza apostólica fue una guía válida y confiable? ¿Incluso cuando esta enseñanza fue dada oralmente y no por escrito (2 Tes. 2:15)?
- Pablo llegó incluso a elogiar a los tesalonicenses por el hecho de que recibieron esta enseñanza apostólica “que vosotros heard de nosotros [los apóstoles] . . . no como palabra de hombres, sino como lo que realmente es, palabra de Dios” (1 Tes. 2:13, cursiva agregada). ¿Estaría usted de acuerdo con las Escrituras en que la enseñanza de los apóstoles, que recibieron de Cristo, era la palabra de Dios?
- Entonces, al igual que usted, los primeros cristianos buscaban la verdad en la palabra de Dios. La diferencia es que reconocieron que la palabra de Dios se encontraba en las enseñanzas de los apóstoles; la mayor parte de ella se transmitía oralmente y no por escrito. ¿Dirías que se equivocaron? Si realmente queremos ser como la Iglesia primitiva, ¿no deberíamos seguir su ejemplo?
- ¿Eran esos primeros cristianos verdaderos cristianos a pesar de que no confiaban únicamente en la Biblia como fuente de verdad? ¿Crees que aquellos que siguen las enseñanzas de los apóstoles, orales y escritas, como los primeros creyentes, deberían ser considerados menos cristianos que aquellos que se basan únicamente en la Biblia?
- ¿Dice la Biblia que llegará un momento en que ya no deberíamos seguir las enseñanzas de los apóstoles transmitidas en la Iglesia y mirar sólo las Escrituras escritas? ¿O apoya la validez de la enseñanza apostólica?
- ¿Puede el Espíritu Santo preservar la enseñanza oral de los apóstoles como lo tiene la palabra escrita? Y si es así, ¿querrías saberlo?
- Aunque pueda parecer demasiado bueno para ser verdad, ¿qué pasaría si le dijera que el Espíritu Santo ha preservado la enseñanza apostólica en su totalidad, oral y escrita? ¿Valdría la pena el esfuerzo de investigar y descubrirlo? ¿Qué pasa si, como vemos en el Nuevo Testamento, Dios nos ha dado más que la Biblia sola como medio para conocer la verdad? ¿Lo aceptarías?
- Por cierto, ¿sabes qué es eso? Tradición ¿De qué oyes hablar a los católicos? No se refiere a costumbres creadas por el hombre, sino a lo mismo que hemos estado discutiendo: la enseñanza de los apóstoles transmitida y vivida en la Iglesia. Usamos la palabra Tradición porque significa "una entrega".
El punto:
Del testimonio del Nuevo Testamento vemos que no fue sólo la Biblia la guía cristiana hacia la verdad, sino las enseñanzas de los apóstoles, preservadas y transmitidas dentro de la Iglesia. Si realmente queremos ser como los primeros cristianos, debemos continuar siguiendo las enseñanzas de los apóstoles (escritas y orales, las Escrituras y la Tradición) y no solo la Biblia. Si Dios dio más que la Biblia sola, ¿no deberíamos aceptarlo con gratitud?
Un último desafío: si no crees que el Espíritu Santo guía infaliblemente a la Iglesia Católica, ¿cómo puedes creer que la Biblia es la palabra de Dios? Esta misma Iglesia discernió y declaró cuáles escritos antiguos eran Escritura y cuáles no. Sin la Iglesia Católica no habría Biblia. ¿Y sabes qué es, según la Biblia, la “columna y baluarte de la verdad” (1 Tim. 3:15)? ¿Sagrada Escritura? No, la Iglesia. Entonces, ¿quién puede prescindir de él?
Recursos sugeridos: Para leer sobre las enseñanzas de los apóstoles tal como se transmitieron en la Iglesia primitiva, consulte:
La fe de los primeros padres, vol. 1, traducido por William Jurgens, publicado por Liturgical Press.
Escritos cristianos primitivos, editora asesora Betty Radice, publicado por Penguin Classics.
Documentos de la iglesia cristiana, editado por Henry Bettenson, publicado por Oxford University Press.