

Salve Mundi Salutare, poema en honor a los distintos miembros de Cristo en la Cruz. Un manuscrito del siglo XV. lo atribuye a San Buenaventura, y Daniel piensa que este “inspirado cantor de la Cruz” bien podría haberla compuesto. La adscripción más común es a San Bernardo; y Trench piensa que éste y otros poemas “fueron descartados por motivos muy leves e insuficientes por Mabillon”, quien ubica el himno entre las obras espurias (aliens et supposititia) del santo (PL, CLXXXIV, 1319-24). Aunque el santo murió en 1153, y ningún manuscrito. del himno es anterior al siglo XIV, Daniel favorece la adscripción de dos de los cantos al santo. Mone juzgó que el himno era de origen francés y declaró que toda esperanza de restaurar el texto correctamente residía en el futuro descubrimiento de los manuscritos franceses. Esta tarea fue intentada por M. Haureau (“Poemes latins attribues a Saint Bernard”, 1890, pp. 70-73), quien, encontrándola sólo en tres manuscritos. (dos en París, uno en Grenoble), todo el siglo XV, considera increíble que el himno haya sido compuesto por San Bernardo.
Está dividido en siete cantos, encabezados respectivamente: “Ad Pedes”, “Ad Genua”, “Ad Manus”, “Ad Latus”, “Ad Pectus”, “Ad Cor”, “Ad Faciem” (A los pies, rodillas). , Manos, Costado, Pecho, Corazón, Cara). Cada canto contiene cinco estrofas de diez versos cada una, excepto el canto “Ad Cor”, que tiene siete. El MSS. dan muchas variantes de textos y muchos títulos adicionales (como “A la Boca”, “Hombros”, “Orejas”, “la Flagelación”, “la Coronación”). Mone acepta sólo cuatro cantos (A los pies, De rodillas, Mano, Lado) como originales. Daniel acepta sólo dos cantos originales (los que abordan los Pies y las Rodillas), pero no sus títulos, que cree que son acuñaciones posteriores. Cree que el texto más antiguo se encuentra en un manuscrito de Lichtenthal. (siglo XV) que contiene sólo los cantos que comienzan con “Salve mundi salutare” y “Salve, salve rex sanctorum”, bajo el título “probablemente verdadero” de “Planctus super pa_ssionem Domini”. “Quien”, dice, “lee atentamente el primer himno, debe ver que se trata de toda la forma de Cristo sufriendo, y que se mencionan los pies por la única razón de que el poeta se coloca al pie de la cruz, postrado y abrazando los pies del Salvador. El segundo poema, también, trata de la Pasión en general, y sólo una vez, y de pasada, alude a las rodillas”. Atribuye tanto los títulos como las elaboraciones a los siglos XIV y XV, cuando la devoción a las Cinco Llagas iba en aumento. “Entonces los versos de Bernardo ofrecieron urdimbres o hilos convenientes en los que se podía entrelazar la trama de la devoción a las llagas individualmente”. Las primeras líneas de los cantos son: 1. Salve mundi salutare (Ad Pedes); 2. Salve Jesús, Rex sanctorum (Ad Genua); 3. Salve Jesu, hueso pastor (Ad Manus); 4. Salve Jesu, summe bonus (Ad Latus); 5. Salve, salus mea Deus (Ad Pectus); 6. Summi regis cor aveto (Adi Cor); 7. Salve caput cruentatum (Ad Faciem).
En la “Opuscula” de San Bernardo (Venice, 1495), el canto séptimo se dirige “A todo el cuerpo”, y comienza: “Salve Jesu reverende”. Julian da las primeras líneas de algunas traducciones (realizadas por no católicos) de todos los cantos excepto el tres y el cinco, y comenta que "algunas de las partes han sufrido negligencia", y que "esto debería ser remediado por un traductor capaz". En la segunda edición del “Dict. of Hymnology”, se refiere a la traducción de la Sra. EM Shapcote (una convertida al catolicismo) y da la fecha como 1873. Esto se publicó por primera vez en “Rosario Magazine” (1877 y 1878) y reeditado por Burns y Oates, Londres, 1879; su título es: “Un Rítmico Oración a los Sagrados Miembros de Jesús Colgado en la Cruz”. La forma estrofa es la utilizada por la señora Shapcote en una de sus últimas obras (“Mary, the Perfect Mujer“, Manresa Press, 1903), y puede ilustrarse con la primera estrofa del canto 5 (Al pecho):
Dios de mi Salvación, te saludo;
Oh Jesús, más dulce Amor, todos te saludan;
Venerable Pecho, te adoro;
Vivienda de Amor, vuelo hacia Ti,
Con tacto tembloroso Te adoro y te adoro.
Una disposición diferente del poema, que se encuentra en “Paradisus animae christian” de Horst (1644), ha sido traducida por el canónigo Oakeley (1850) y (probablemente) por WJ Copeland. Las primeras líneas de ambos están dadas por Julian. la escasez de Católico traducciones se debe sin duda al hecho de que el himno parece nunca haber tenido uso litúrgico. Sin embargo, el romano Breviario himno “Jesu dulcis amor meus” (Laudes de la fiesta del Santísimo Sábano de Nuestro Señor, asignada al viernes siguiente al segundo Domingo in Cuaresma) se compone de líneas tomadas, con algunas modificaciones) de cantos muy separados. Este breve poema contiene cinco estrofas del tipo: “Jesu, dulcis amor meus” (I. 36); “Ac si priesens sis, accedo” (I. 6); “Te complector cum afectu” (I. 13); “Tuorum memor vulnerum” (I. 15). Las siguientes estrofas comprenden las líneas 8, 97, (?), 65; 321 (Salve caput cruentatum), 326, 328, 330; 156 (Salve latus Salvatoris), 166, 169, 170; 106, 116, (?), 40. Este himno curiosamente construido (los versos están aquí numerados como se encuentran en PL, loc. cit.) no tiene rima ni cantidad clásica, mientras que el cuarto verso de cada estrofa tiene ritmo yámbico. y las otras tres líneas están en ritmo trocaico. A continuación se indican tres traducciones.
HT HENRY