Saltar al contenido principalComentarios sobre accesibilidad

Logic

Hacer clic para agrandar

La lógica es la ciencia y el arte que dirige la mente en el proceso de razonamiento y procesos subsidiarios de manera que le permita alcanzar claridad, coherencia y validez en esos procesos. El objetivo de la lógica es asegurar claridad en la definición y disposición de nuestras ideas y otras imágenes mentales, coherencia en nuestros juicios y validez en nuestros procesos de inferencia.

I. EL NOMBRE.—La palabra griega Logos, que significa "razón", es el origen del término lógica.logike (tecnología, pragmateiao episteme, entendido), como el nombre de una ciencia o arte, aparece por primera vez en los escritos de los estoicos (ver Estoicos y filosofía estoica). Aristóteles, el fundador de la ciencia, la designa como “analítica”, y los epicúreos (ver epicureísmo) utilizan el término canónico. Sin embargo, desde la época de Cicerón, la palabra lógica se utiliza casi sin excepción para designar esta ciencia. También se utilizan los nombres dialéctica y analítica.

LA DEFINICIÓN.—Es un hecho curioso que, aunque la lógica es la ciencia que se ocupa de la definición, los lógicos no están de acuerdo sobre cómo debe definirse la lógica misma. En total, existen unas doscientas definiciones diferentes de lógica. Por supuesto, sería imposible enumerar aquí incluso las definiciones principales. Bastará mencionar y discutir algunos de los más típicos.

El Port Royal Logic (“L' Art de penser”, publicado en 1662) define la lógica como “el arte de utilizar bien la razón en la adquisición del conocimiento de las cosas, tanto para la propia instrucción como para la de los demás”. Más brevemente, “La lógica es el arte de razonar”. Este último es arnauldLa definición de. Las definiciones de este tipo se consideran demasiado estrechas, tanto porque definen la lógica en términos de arte, sin dejar espacio para su pretensión de ser considerada una ciencia, como porque, mediante el uso del término razonamiento, restringen el alcance de la lógica a uno. clase de procesos mentales.

Hegel (ver hegelianismo) va al otro extremo cuando define la lógica como “la ciencia de la idea pura”. Por idea entiende toda la realidad, de modo que para él la lógica incluye la ciencia de la realidad subjetiva (lógica de los conceptos mentales) y la ciencia de la realidad objetiva (lógica del ser, metafísica). De la misma manera, las definiciones que no distinguen entre lógica y psicología, definiendo la lógica como “la ciencia de los procesos mentales” o “la ciencia de las operaciones de la mente”, son demasiado amplias. Las definiciones que caracterizan a la lógica como “la ciencia de las ciencias”, “el arte de las artes”, también son demasiado amplias: plantean una reivindicación demasiado amplia de la lógica.

Santo Tomás, en su comentario sobre AristótelesLos tratados de lógica (“In Post. Anal.”, lect. i, Leonine ed., I, 138), dicen: “Ars quaedam necessaria est, quae sit directiva ipsius actus rationis, per quam scilicet home in ipso actu rationis ordinate facilitar y sine errore procedat. Et he ars est logica, id est racionalis scientia”. Combinando esas dos frases, podemos traducir la definición de Santo Tomás de la siguiente manera: “La lógica es la ciencia y el arte que dirige el acto de la razón, mediante el cual un hombre en el ejercicio de su razón puede proceder sin error, confusión o confusión”. dificultad innecesaria”. Tomando la razón en su sentido más amplio, de modo que incluya todas las operaciones de la mente que son estrictamente cognitivas, es decir, la formación de imágenes mentales, el juicio y el raciocinio, podemos ampliar la definición de Santo Tomás y definir la lógica como “la ciencia”. y el arte que dirige la mente de tal manera en el proceso de razonamiento y procesos subsidiarios que le permite alcanzar claridad (u orden), consistencia y validez en esos procesos”. La lógica es esencialmente directiva. En esto se diferencia de la psicología, que es esencialmente especulativa o teórica y que se ocupa sólo de manera incidental y secundaria de la dirección de los procesos mentales. La lógica se ocupa de los procesos de la mente. En eso se diferencia de la metafísica, que tiene como campo de investigación y especulación todo el universo del ser (ver Metafísica). La lógica se ocupa de los procesos mentales en relación con la verdad o, más particularmente, en relación con la obtención y exposición de la verdad mediante procesos que apuntan a ser válidos, claros, ordenados y consistentes. En esto se diferencia de la ética, que trata de las acciones humanas, tanto de los hechos externos como de los pensamientos, en relación con el destino final del hombre. La validez, la claridad, la coherencia y el orden son cualidades lógicas del pensamiento; El bien y el mal son cualidades éticas. Por último, no debe confundirse la lógica con la retórica. La retórica, en el antiguo sentido de la palabra, era el arte de la persuasión; utilizó todos los recursos, tales como el atractivo emocional, la disposición verbal, etc., para producir un estado mental que hacía referencia a la acción principalmente y a la convicción sólo en un sentido secundario. La lógica es la ciencia y el arte de la convicción; utiliza sólo argumentos, descartando el atractivo emocional y empleando meramente palabras como símbolos de los pensamientos.

La cuestión de si la lógica es una ciencia o un arte se decide hoy generalmente afirmando que es ambas cosas. Es una ciencia en la medida en que no sólo formula reglas para el pensamiento correcto, sino que deduce esas reglas a partir de principios generales que se basan en la naturaleza de la mente y de la verdad. Es un arte en la medida en que está directa e inmediatamente relacionado con la ejecución, es decir, con los actos de la mente. Así como las bellas artes dirigen al pintor o al escultor en las acciones con las que pretende producir un hermoso cuadro o una bella estatua, la lógica dirige al pensador en las acciones con las que pretende alcanzar la verdad o exponer la verdad que ha alcanzado. .

III. DIVISIÓN DE LA LÓGICA.—El modo tradicional de dividir la lógica en “formal” y “material” se mantiene en muchos tratados modernos sobre el tema. En la lógica formal, los procesos del pensamiento se estudian independientemente de su contenido o sin considerarlo. En la lógica material, la cuestión principal es la verdad del contenido de los procesos mentales. Un ejemplo de aritmética servirá para ilustrar la función de la lógica formal. Cuando sumamos dos más dos y pronunciamos que el resultado es cuatro, estamos ante un proceso de suma en su aspecto formal, sin prestar atención al contenido. El proceso es válido cualquiera que sea el contenido, ya sea que “dos y dos” se refieran a libros, caballos, árboles o círculos. Así es precisamente como estudiamos los juicios y argumentos en lógica. Del juicio “Todo A es B” inferimos “Por lo tanto, algún B es A”; y el proceso es válido ya sea que la proposición original sea "Todos los círculos son redondos" o "Todos los leones son carnívoros". En la lógica material, por el contrario, investigamos el contenido de los juicios o premisas y nos esforzamos por determinar si son correctos o falsos. La lógica material fue denominada por los antiguos escritores “lógica mayor”, “lógica crítica” o simplemente “crítica”. En tiempos recientes, la palabra epistemología (ciencia del conocimiento), que significa una investigación sobre el valor del conocimiento, ha llegado a ser de uso general y designa esa parte de la filosofía que investiga el valor objetivo de nuestros conceptos, la importancia y el valor de los juicios y razonamiento, los criterios de verdad, la naturaleza de la evidencia, la certeza, etc. Cada vez que se adopta este nuevo término, existe una tendencia a restringir el término lógica para que signifique lógica meramente formal. La lógica formal estudia conceptos y otras imágenes mentales con el propósito de asegurar claridad y orden entre esos contenidos de la mente. Estudia los juicios con el fin de mostrar cuándo y cómo son consistentes o inconsistentes, es decir, cuándo uno puede inferirse de otro (conversión) y cuándo son opuestos (oposición). Estudia los dos tipos de razonamiento, deductivo e inductivo, para dirigir la mente a utilizar estos procesos de manera válida. Finalmente, estudia los sofismas (o falacias) y el método con el fin de mostrar qué errores se deben evitar y qué disposición se debe seguir en una serie compleja de procesos de razonamiento. Pero, si bien es cierto en general que en todas estas tareas la lógica formal conserva su carácter puramente formal y no investiga el contenido del pensamiento, sin embargo, al abordar el razonamiento inductivo y al establecer las reglas para la definición y la división, la lógica formal la lógica sí tiene en cuenta la cuestión del pensamiento.

Quedan ciertos tipos de lógica que no están incluidos bajo los títulos formal y material. La lógica trascendental (Kant) es la investigación del conocimiento humano con el fin de determinar qué elementos o factores del pensamiento humano son a priori, es decir, independientes de la experiencia. La lógica simbólica (Lambert, Boole) es una aplicación de métodos matemáticos a los procesos del pensamiento. Utiliza ciertos símbolos convencionales para representar términos, proposiciones y las relaciones entre ellos, y luego, sin ninguna referencia adicional a las leyes del pensamiento, aplica las reglas y métodos del cálculo matemático (Venn, “Symbolic Logic”, Londres, 1881). La lógica aplicada, en sentido estricto, es sinónimo de lógica material; en el sentido más amplio, significa lógica aplicada al estudio de las ciencias naturales, lógica aplicada a la educación, lógica aplicada al estudio del derecho, etc. La lógica natural es ese poder nativo de la mente mediante el cual la mayoría de las personas son competentes para juzgar correctamente. y razonar válidamente sobre los asuntos e intereses de la vida cotidiana; se contrasta con la lógica científica, que es la lógica como ciencia y arte cultivado.

IV. HISTORIA DE LA LÓGICA.—La historia de la lógica posee un interés más que ordinario porque, por un lado, cada cambio en el punto de vista del metafísico y del psicólogo tendía a producir un cambio correspondiente en la teoría y la práctica lógicas, mientras que, por otro lado, los cambios en el método y procedimiento lógico tendían a afectar tanto las conclusiones como el método del filósofo. A pesar de estas tendencias hacia la variación, la ciencia de la lógica ha sufrido muy pocos cambios radicales desde el comienzo de su historia.

A. El Nyaya.—Un sistema de filosofía que fue estudiado en India Aunque tal vez sea mucho más antiguo, toma su nombre de la palabra nyaya, que significa argumento lógico o silogismo. Esta filosofía, como todos los sistemas indios, se ocupó del problema de la liberación del alma de la esclavitud, y su solución fue que el alma debe ser liberada de las trabas de la materia mediante el razonamiento sistemático. Esta visión de la cuestión condujo naturalmente a un análisis de los métodos de pensamiento y a la construcción de un tipo de razonamiento que guarda una remota semejanza con el silogismo. El nyaya, o silogismo indio, como a veces se le llama, consta de cinco proposiciones. Si, por ejemplo, uno desea demostrar que la colina está en llamas, comienza con la afirmación: "La colina está en llamas". A continuación se da la razón: “Porque fuma”. Luego viene un ejemplo: “Como el fuego de la cocina”; a lo que sigue la aplicación: “¡Así también la colina humea!” Finalmente llega la conclusión: "Por tanto, está ardiendo". Entre esto y el claro silogismo aristotélico, con sus premisas mayores y menores y su conclusión, está toda la diferencia que existe entre el modo de pensar oriental y el griego. No es necesario decir que no hay evidencia histórica de que Aristóteles Fue influenciado de alguna manera en su lógica por Gotama, el reputado autor del nyaya.

Lógica prearistotélica en Grecia.—Los primeros filósofos de Grecia dedicó atención exclusivamente al problema del origen del universo (ver Escuela Jónica de Filosofía). Los eleáticos, especialmente Zenón de Elea, el sofistas, y el megarianos Desarrolló el arte de la argumentación hasta un alto grado de perfección. Zenón fue especialmente notable a este respecto y a veces se le considera el fundador de Dialéctico. Ninguna de éstos, sin embargo, formularon leyes o reglas de razonamiento. Lo mismo ocurre con Sócrates y Platón, aunque el primero puso gran énfasis en la definición y la inducción, y el segundo exaltó la dialéctica, o discusión, hasta convertirla en un importante instrumento del conocimiento filosófico.

Aristóteles, el fundador de la lógica.—En los seis tratados que dedicó al tema, Aristóteles Examinó y analizó los procesos de pensamiento con el propósito de formular las leyes del pensamiento. Estos tratados son (I)”Las Categorías”, (2)”Interpretación”, (3)”Anterior Analytics”, (4)”Análisis Posterior”, (5)”Temas”, y (6)”Sofismos”. Posteriormente se les dio el título de “Organon” o “Instrumento de Conocimiento“; esta designación, sin embargo, no se hizo de uso común hasta el siglo XV. Los primeros cuatro tratados contienen, con incursiones ocasionales en el dominio de la gramática y la metafísica, la ciencia de la lógica formal esencialmente la misma como se enseña en la actualidad. Los “Tópicos” y los “Sofismos” contienen las aplicaciones de la lógica a la argumentación y la refutación de falacias. De conformidad con el principio fundamental de su teoría del conocimiento, a saber, que todo nuestro conocimiento proviene de la experiencia, Aristóteles Reconoce la importancia del razonamiento inductivo, es decir, el razonamiento desde casos particulares hasta principios generales. Si él y sus seguidores no desarrollaron más plenamente esta parte de la lógica, no fue porque no reconocieran su importancia en principio. Su pretensión al título de Fundador de la Lógica nunca ha sido seriamente cuestionada; Lo máximo que pudieron hacer sus oponentes en la era moderna fue establecer sistemas rivales en los que la inducción suplantara al razonamiento silogístico. Uno de los recursos de los oponentes de la escolástica es identificar a los escolásticos y Aristóteles con la defensa de una lógica exclusivamente deductiva.

Lógicos posaristotélicos entre los griegos. Entre los discípulos inmediatos de Aristóteles, Teofrasto y Eudemo dedicaron especial atención a la lógica. A los primeros se les atribuye a veces la invención del silogismo hipotético, aunque a veces se hace la misma afirmación respecto de los estoicos. Este último, a quien probablemente debemos el nombre de lógica, reconoció esta ciencia como una de las partes constitutivas de la filosofía. Incluían en él la dialéctica y la retórica, o la ciencia de la argumentación y la ciencia de la persuasión. Se ocuparon también de la cuestión del criterio de verdad, que sigue siendo un problema importante en la lógica mayor o, como ahora se la llama, epistemología. Sin duda mejoraron AristótelesLa lógica de muchos puntos de detalle; pero hasta qué punto y en qué sentido es una cuestión de conjetura, debido a la pérdida de los voluminosos tratados estoicos de lógica. Sus rivales, los epicúreos (ver epicureísmo) profesaban desprecio por la lógica, o “canónica”, como la llamaban. Sostuvieron que es un complemento de la física y que el conocimiento de los fenómenos físicos adquirido a través de los sentidos es el único conocimiento valioso en la búsqueda de la felicidad. Después de los estoicos y los epicúreos vinieron los comentaristas. Estos pueden, por conveniencia, dividirse en griegos y latinos. Los griegos, desde Alexander de Afrodisias, en el segundo, a San Juan de Damasco en el siglo VIII de nuestra era, floreció en Atenas, en AlejandríaY, en Asia Menor. Con Focio, en el siglo IX, la escena cambia a Constantinopla. Al primer periodo pertenecen Alexander de Afrodisias, conocido como “el Comentarista”, Temistio, David el Armenio, Filopono, Simplicio y Porfirio, autor de la Isagoge ('Euraywyi), o “Introducción” a la lógica de Aristóteles. En esta obra el autor, mediante su enumeración explícita de los cinco predicables y su comentario al respecto, lanzó un desafío a los lógicos medievales, que retomaron en la famosa controversia sobre los universales (ver Universales). Al segundo período pertenecen Focio, Michael Psellus el más joven (siglo XI), Nicéforo Blemmydes, George Pachymeres y Leo Magentinus (siglo XIII). Todo esto hizo poco más que resumir, explicar y defender el texto de las obras aristotélicas sobre lógica. Quizás debería hacerse una excepción a favor del médico Galeno (siglo II), de quien se dice que introdujo la cuarta figura silogística y que escribió una obra especial, "Sobre las falacias de la dicción".

E. Comentaristas latinos.—Entre los comentaristas latinos de Aristóteles Casi en todos los casos encontramos más originalidad y más inclinación a contribuir a la ciencia de la lógica que en el caso de los griegos. Tras la toma de Atenas por Sila (84 a.C.) las obras de Aristóteles fueron llevados a Roma, donde fueron arreglados y editados por Andrónico de Rodas (consulta: Aristóteles). El primer tratado lógico en latín es el compendio de los “Tópicos” de Cicerón. Luego vino un largo período de inactividad. Alrededor del año 160 d. C., Apuleyo escribió un breve relato de la "Interpretación". A mediados del siglo IV, Marius Victorinus tradujo la “Isagoge” de Porfirio. A la época de San Agustín pertenecen los tratados “Categorise Decem” y “Principia Dialectica”. Ambos fueron atribuidos a San Agustín, aunque el primero es ciertamente espurio y el segundo de dudosa autenticidad. Fueron muy a menudo transcritas a principios Edad Media, y los tratados de lógica de los siglos IX y X hacen un uso muy libre de su contenido. Sin embargo, la más popular de todas las obras latinas sobre lógica fue la curiosa mezcla de prosa y verso “De Nuptiis Mercurii et Philologim” de Marcianus Capella (alrededor del 475 d. C.). En él la dialéctica es tratada como una de las siete artes liberales (ver Siete artes liberales), y esa parte de la obra era el texto de todas las escuelas de lógica de la Alta Edad Media. Otro escritor de lógica que ejerció una amplia influencia durante el primer período de Escolástica Fue Boecio (470-524), quien escribió dos comentarios sobre la “Isagoge” de Porfirio, dos sobre Aristóteles's “Interpretación”, y otro sobre las “Categorías”. Además, escribió los tratados originales "Sobre silogismos categóricos", "Sobre la división" y "Sobre las diferencias tópicas", y tradujo varias partes de AristótelesLas obras lógicas. De hecho, fue principalmente a través de sus traducciones que los primeros escritores escolásticos, que por regla general ignoraban por completo el griego, tuvieron acceso a AristótelesLos escritos de Casiodoro, contemporáneo de Boecio, escribió un tratado, “Sobre la Siete artes liberales“, en el que, en la parte dedicada a la dialéctica, hizo un resumen y análisis de los escritos aristotélicos y porfirios sobre lógica. Isidoro de Sevilla (fallecido en 636), Venerable Bede (673-735), y Alcuino (736-804), los precursores de los escolásticos, se contentaron con resumir en sus obras lógicas los escritos de Boecio y Casiodoro.

F. Los escolásticos.—Los primeros maestros de las escuelas en la época de Carlomagno y el siglo inmediatamente siguiente no conocieron de primera mano AristótelesLas obras. Utilizaron las obras y traducciones de Boecio, los tratados pseudoagustinos mencionados anteriormente y la obra de Marciano Capella. Poco a poco su interés se centró en los problemas metafísicos y psicológicos sugeridos en esos tratados, especialmente en el problema de los universales y el conflicto entre realismo y nominalismo. Como consecuencia de este cambio del centro de interés, se hizo muy poco para perfeccionar la técnica de la lógica, y hay una escasez muy notable de trabajos originales durante los siglos IX y X. Juan Escoto Eriúgena, Eric y Remi de Auxerre, y los profesores de St. Gall en Suiza limitaron su actividad a glosar y comentar los textos tradicionales, especialmente Pseudo-Agustín y Marciano Capella. En el caso de los profesores de St. Gall tenemos, sin embargo, a modo de excepción, un trabajo sobre lógica (publicado por Piper, “Die Schriften Notkers”, I, Friburgo, 1895), que tiene rastros evidentes de la influencia de Eriugena, y una colección de versos mnemotécnicos que contienen los diecinueve silogismos válidos (publicados a partir de manuscritos del siglo IX en la “Philosophical Review”, septiembre de 1907, XVI, 5).

Roscelina (alrededor de 1050-1100), con su abierta profesión de nominalismo, concentró la atención de sus contemporáneos y sucesores inmediatos en el problema de los universales. En la discusión de ese problema se desarrolló el arte de la disputa dialéctica y se fomentó el gusto por la argumentación, pero ninguno de los dialécticos del siglo XII, con excepción de Abelardo, contribuyó al avance de la ciencia de la lógica. Esto lo hizo Abelardo de varias maneras. En su obra, a la que Cousin dio el título de “Dialéctica”, y en sus comentarios, se esforzó por ampliar el alcance y mejorar la utilidad de la lógica como ciencia. No sólo es la ciencia de la disputa, sino también la ciencia del descubrimiento, mediante la cual se examinan los argumentos proporcionados por el estudio de la naturaleza. La principal aplicación de la lógica, sin embargo, es la discusión de la verdad religiosa. Aquí Abelardo, citando la autoridad de San Agustín, sostiene que los métodos de la dialéctica son aplicables a la discusión de toda verdad, tanto revelada como racional; son aplicables incluso a los misterios de la fe. En principio tenía razón, aunque en la práctica fue más allá de lo que el ejemplo de San Agustín le permitiría ir. Su posterior condena no tuvo como fundamento el uso de la dialéctica en teología, sino el uso excesivo de la dialéctica hasta el punto del racionalismo. Cabe señalar que Abelardo sólo conocía aquellos tratados de Aristóteles que había sido traducido por Boecio y que constituía la logica vetus. Su contemporáneo, Gilbert de la Porrée (qv), añadió a la antigua lógica una obra titulada “Liber Sex Principiorum”, un tratado sobre las últimas seis categorías aristotélicas. Hacia mediados del siglo XII se conoció el resto del “Organon” aristotélico, de modo que la lógica de las escuelas, conocida en adelante como logica nova, contenía ahora: (I) Aristóteleslas “Categorías” e “Interpretación” de Porfirio y la “Isagoge” de Porfirio (contenidos de la logica vetus); (2) Aristóteles“Análisis”, “Temas” y “Sofismos” de;

(3) “Liber Sex frincipiorum” de Gilbert. Este era el texto en las escuelas cuando Santo Tomás comenzó a enseñar, y continuó utilizándose hasta que fue reemplazado por la lógica moderna, que incorporaba las contribuciones de Petrus Hispanus. El primer escritor de importancia que revela un conocimiento completo del “Organon” aristotélico es Juan de Salisbury (fallecido en 1182), discípulo de Abelardo, que explica y defiende el uso legítimo de la dialéctica en su obra “Metalogicus”

El triunfo definitivo de la lógica aristotélica en las escuelas del siglo XIII estuvo influenciado por la introducción en cristianas Europa de las obras completas de Aristóteles en griego. La ocasión de esto fue la toma de Constantinopla por los cruzados en 1204. El Cruzadas tuvo también el efecto de traer cristianas Europa en contacto más estrecho con los eruditos árabes que, desde el siglo IX, habían cultivado la lógica aristotélica así como la interpretación neoplatónica de AristótelesLa metafísica. Fueron los árabes quienes distinguieron la logica docens y la logica utens. La primera es la lógica como ciencia teórica; esta última es la lógica como arte aplicado, la lógica práctica. A ellos también se les atribuye la distinción entre primeras intenciones y segundas intenciones. Los árabes, sin embargo, no ejercieron una influencia determinante en el desarrollo de la lógica escolástica; Contribuyeron a ese desarrollo sólo de manera externa, ayudando a que la literatura aristotélica fuera accesible a todos. cristianas pensadores St. Thomas Aquinas y su maestro, Bendito Alberto Magno (Albert el Grande), marcó un servicio a la lógica escolástica, no tanto añadiendo reglas técnicas como definiendo su alcance y determinando los límites de sus aplicaciones legítimas a la teología. Ambos compusieron comentarios sobre Aristóteles's obras lógicas y, además, escribió tratados de lógica independientes. Sin embargo, la obra, que lleva el nombre "Summa Totius Logicae" y se encuentra entre los "Opuscula" de Santo Tomás, ahora se considera que proviene de la pluma de un discípulo suyo, Hervé de Edellac (Hervaeus Natalis). John Duns Escoto También fue comentarista de AristótelesLa lógica. Sus tratados originales de lógica más importantes son "De Universalibus", en el que recorre el terreno recorrido por Porfirio en la "Isagoge", y la "Gramatica Speculative". Esto último es una contribución interesante a la lógica crítica.

La técnica de la lógica recibió especial atención de Petrus Hispanus (Papa Juan XXI, fallecido en 1277), autor de las “Summulae Logicales”. Esta es la primera obra medieval que cubre todo el terreno de la lógica aristotélica de una manera original. Todos sus predecesores fueron meros resúmenes o compendios de AristótelesLas obras. En él aparecen las líneas mnemotécnicas, "Barbara, Celarent", etc., y casi todos los recursos de tipo similar que se utilizan ahora en el estudio de la lógica. Son los primeros de su tipo en la historia de la lógica, las líneas de los manuscritos del siglo IX. Los mencionados anteriormente son versos para ayudar a la memoria, sin el uso de signos arbitrarios, como la designación de tipos de proposiciones mediante vocales. Y el mérito de haberlos introducido se atribuye ahora casi unánimemente al propio Petrus. La teoría de que los tomó prestados de una obra griega de Psellus (ver arriba) queda desacreditada por un examen de los manuscritos, que muestra que los versos griegos son de fecha posterior a los de las “Summulae”. De hecho, fue el escritor bizantino quien copió al maestro parisino y no, como sostenía Prantl, el latín que tomó prestado del griego. Guillermo de Occam (1280-1349) mejoró la disposición y el método del “Summulw” en su “Summa Totius Logicae”. También hizo importantes aportes a la doctrina de la suposición de términos. Sin embargo, no estaba de acuerdo con Santo Tomás y el Bl. Albert los Grandes en su definición del alcance y aplicación de la lógica. Su propia concepción del propósito de la lógica era suficientemente seria y digna. Fueron sus seguidores, los occamistas de los siglos XIV y XV, quienes, por su abuso de los métodos dialécticos, desacreditaron la lógica escolástica. Uno de los lógicos escolásticos más originales fue Raymond Lully (1234-1315). En su “Dialéctica” expone de forma clara y concisa la lógica de Aristóteles, junto con las adiciones hechas a esa ciencia por Petrus Hispanus. En su "Ars Magna", sin embargo, descarta todas las reglas y prescripciones de la ciencia formal, y se compromete por medio de su "máquina lógica" a demostrar de manera perfectamente mecánica toda la verdad, tanto sobrenatural como natural.

La lógica escolástica, como puede verse en este esquema, no modificó la lógica de Aristóteles de cualquier manera esencial. Sin embargo, la lógica de la Escuelas es una mejora de la lógica aristotélica. Los escolásticos aclararon muchos puntos que estaban oscuros en AristótelesSus obras: por ejemplo, determinaron con mayor precisión que él la naturaleza de la lógica y su lugar en el plan de las ciencias. Esto se produjo naturalmente por las exigencias de la controversia teológica. Además, los escolásticos hicieron mucho para fijar los significados técnicos de los términos en las lenguas modernas y, aunque el espíritu científico de las épocas siguientes despreció los métodos de los lógicos escolásticos, su propio trabajo se vio facilitado en gran medida por los esfuerzos de los escolásticos. distinguir el significado de las palabras y rastrear la relación del lenguaje con el pensamiento. Finalmente, la lógica debe a los escolásticos los diversos mecanismos para ayudar a la memoria, mediante los cuales se facilita enormemente la tarea de enseñar o aprender los aspectos técnicos de la ciencia.

G. Lógica moderna.—El siglo XV fue testigo de los primeros intentos serios de rebelarse contra la lógica aristotélica de la Escuelas. Humanistas como Ludovicus Vico y Laurentius Valla hicieron de los métodos de los lógicos escolásticos el objeto de su ataque despiadado al medievalismo. De mayor importancia en la historia de la lógica es el intento de Ramus (Pierre de La Ramée, 1515-72) de suplantar la lógica tradicional por un nuevo método que expuso en sus obras "Aristotelicae Animadversiones" y "Schol Dialecticae". Ramus fue imitado en Irlanda por George Downame (o Downham), Obispa de Derry, en el siglo XVII, y en el mismo siglo tuvo un seguidor muy distinguido en England en la persona de John Milton, quien, en 1672, publicó “Artis Logicae Plenior Institutio ad Petri Rami Methodum Concinnata”. Las innovaciones de Ramus, sin embargo, estuvieron lejos de recibir aprobación universal, incluso entre los protestantes. La “Erotema Dialectica” de Melanchthon, que era sustancialmente aristotélica, fue ampliamente utilizada en las escuelas protestantes y ejerció una influencia más amplia que las “Animadversions” de Ramus. Francis Bacon (1561-1626) inauguró un ataque aún más formidable. Aprovechando las insinuaciones de su compatriota y tocayo, Roger Bacon (1214-1294), atacó el método aristotélico, sosteniendo que era completamente estéril en cuanto a resultados en la ciencia, que era, de hecho, esencialmente acientífico y que no necesitaba tanto ser reformado como ser completamente suplantado por un nuevo método. . Esto lo intentó hacer en su “Novum Organum”, que debía introducir una nueva lógica, una lógica inductiva, para reemplazar la lógica deductiva de Aristóteles y los escolares. Ahora incluso los partidarios de Bacon reconocen que se equivocó en dos aspectos. Se equivocó al describir AristótelesConsideraba la lógica exclusivamente deductiva, y se equivocó al afirmar que el método inductivo tenía la capacidad de dirigir la mente en el descubrimiento científico y la invención práctica. Bacon no logró derrocar la autoridad de Aristóteles. Tampoco lo hizo Descartes (1596-1649), quien estaba tan deseoso de hacer que la lógica sirviera a los propósitos del matemático como Bacon deseaba que sirviera a la causa del descubrimiento científico. La Lógica de Port Royal (“L'Art de penser”, 1662), escrita por los discípulos de Descartes, es esencialmente aristotélica. También lo son, aunque en menor grado, los tratados de lógica de Hobbes (1588-1679) y Gassendi (1592-1655), quienes sufrieron la influencia de las ideas de Bacon. En los siglos XVII y XVIII, el padre Buffier, Le Clerc (Clericus), Wolff y Lambert se esforzaron por modificar la lógica aristotélica en la dirección del empirismo, el sensismo o el innatismo leibniziano. En los tratados que escribieron sobre lógica no hay nada que pueda considerarse de importancia primordial.

Kant y los demás trascendentalistas alemanes del siglo XIX adoptaron una visión más equitativa de AristótelesServicios de la ciencia de la lógica. Por regla general, reconocieron el valor de lo que había logrado y, en lugar de intentar deshacer su trabajo, intentaron complementarlo. Cabe preguntarse, sin embargo, si no hicieron tanto daño a la lógica en un sentido como lo hicieron Bacon y Descartes en otro. Al retirar del dominio de la lógica lo que es empírico y limitar la ciencia a un examen de "las leyes necesarias del pensamiento", los trascendentalistas dieron ocasión a Mill y otros asociacionistas para acusar a la lógica de ser irreal y fuera de contacto con la lógica. las necesidades de una época que era, sobre todas las cosas, una época de ciencia empírica. La mayor parte de la literatura alemana reciente sobre lógica se caracteriza por la cantidad de atención que presta a las investigaciones históricas, o a las investigaciones sobre el valor del conocimiento, o a la investigación de los fundamentos filosóficos de las leyes de la lógica. Ha añadido muy poco a la parte técnica de la ciencia. En England, el acontecimiento más importante en la historia de la lógica en el siglo XIX fue la publicación, en 1843, del “Sistema de Lógica” de John Stuart Mill. Mill renovó todas las afirmaciones presentadas por Bacon, y con cierto éxito. Al menos, provocó un cambio en el método de enseñanza de la lógica en las grandes sedes de aprendizaje inglesas. Llevando el empirismo de Locke a su última conclusión y adoptando la teoría de la asociación de la mente humana, rechazó toda verdad necesaria, descartó el silogismo no sólo por ser inútil sino también falaz, y sostuvo que todo razonamiento va de particular a particular. No logró muchos adeptos a estos puntos de vista, pero logró darle a la lógica inductiva un lugar en todos los libros de texto sobre lógica publicados desde su época. No tuvo tanto éxito el intento de Sir William Hamilton de establecer una nueva lógica (la “nueva analítica”), basada en el principio de que tanto el predicado como el sujeto de una proposición deben cuantificarse. En realidad, tampoco fue muy original en esto: la idea había sido propuesta en el siglo XVII por el Católico Filósofo Caramuel (1606-82). La literatura lógica inglesa reciente se ha esforzado sobre todo por lograr claridad, inteligibilidad y utilidad práctica en su exposición de las leyes del pensamiento. Siempre que se permite especular sobre la naturaleza de los procesos mentales, está, por supuesto, matizado por las diversas filosofías de la época.

De hecho, la historia de la lógica es interesante y provechosa principalmente porque muestra cómo las teorías filosóficas influyen en el método y la doctrina del lógico. El empirismo y el sensismo de la escuela inglesa, que descienden de Hobbes a través de Locke, Hume y los asociacionistas, no pueden conducir en lógica a otra conclusión que aquella a la que conducen en el rechazo de Mill del silogismo y de toda verdad necesaria. Por otra parte, la exaltación de la deducción por parte de Descartes y la adopción del método matemático por parte de Leibniz tienen su origen en esa doctrina del innatismo que es lo opuesto al empirismo. Una vez más, la dominación del industrialismo y la insistencia en el reconocimiento por parte del economista social han tenido en nuestros días el efecto de empujar a la lógica cada vez más hacia la posición de proveedora de reglas para el descubrimiento científico y la invención práctica. El materialismo de la segunda mitad del siglo XIX exigió que la lógica demostrara su utilidad de manera práctica. De ahí la importancia dada a la inducción. Pero, de todas las crisis por las que ha pasado la lógica, la más interesante es la que se conoce como Tormenta y Estrés de Escolástica“, en el que el misticismo, por un lado, rechazaba la dialéctica como “el arte del diablo”, y sostenía que “Dios no eligió la lógica como medio para salvar a su pueblo”, mientras que el racionalismo, por otro lado, no puso límites al uso de la lógica, llegando incluso a colocarla en el plano de la fe divina. De este conflicto surgió el Escolástica del siglo XIII, que dio el debido crédito a la contienda mística en la medida en que era sólida, y al mismo tiempo reconoció libremente las exigencias del racionalismo dentro de los límites de la ortodoxia y la razón. Santo Tomás y sus contemporáneos consideraban la lógica como un instrumento para el descubrimiento y exposición de la verdad natural. Consideraron, además, que es el instrumento mediante el cual el teólogo puede exponer, sistematizar y defender la verdad revelada. Esta visión del uso teológico de la lógica es la base de la acusación de intelectualismo que los filósofos modernistas imbuidos del kantismo han hecho contra los escolásticos. Modernismo afirma que el nexo lógico es "el vínculo más débil" entre la mente y la verdad espiritual. De modo que la contienda librada en el siglo XII se renueva en términos ligeramente diferentes en nuestros días, siendo ahora, como entonces, la aplicación de la lógica a la teología el principal punto en disputa.

En todo sistema de lógica hay una teoría filosófica subyacente, aunque ésta no siempre se formula en términos explícitos. Es imposible explicar y demostrar las leyes del pensamiento sin recurrir a alguna teoría de la naturaleza de la mente. Por esta razón Católico filósofos y educadores, así como aquellos que por su posición en el Iglesia son responsables de la pureza de la doctrina en Católico Las instituciones han reconocido que existe en la lógica la Católico y el no-Católico Punto de vista. Nuestra objeción a gran parte de la literatura lógica reciente no es una objeción basada en una estimación desfavorable de su calidad científica: lo que objetamos es el sensismo, el subjetivismo, el agnosticismo u otra doctrina filosófica que subyace a las teorías lógicas del autor. Las obras de lógica escritas por católicos generalmente se adhieren muy estrechamente a la lógica aristotélica tradicional de las escuelas. Sin embargo, esa no es la razón por la que se aprueban. Están aprobados porque están libres de supuestos filosóficos falsos. En muchos no-Católico En las obras de lógica, la filosofía subyacente no sólo es errónea, sino también subversiva de todo el cuerpo de verdad espiritual natural que el Católico Iglesia guarda tan cuidadosamente como lo hace el depósito de la fe.

GUILLERMO TURNER


¿Te gustó este contenido? Ayúdanos a mantenernos libres de publicidad
¿Disfrutas de este contenido?  ¡Por favor apoye nuestra misión!Contribuyewww.catholic.com/support-us