

Galla, Santa, viuda romana del siglo VI; fiesta, 5 de octubre. Según San Gregorio Magno (Dial. IV, cap. xiii) ella era hija del joven Símaco, un erudito y virtuoso patricio de Roma, a quien Teodorico había condenado injustamente a muerte (525). Enviudada antes de cumplir el primer año de su vida matrimonial, siendo muy joven aún, fundó un convento y un hospital cerca de San Pedro, allí pasó el resto de sus días entre austeridades y obras de misericordia, y acabó su vida con una muerte edificante. La carta de San Fulgencio de ruspe, “De statu viduarum”, se supone que estaba dirigido a ella. Su iglesia en Roma, cerca de la Piazza Montanara, antiguamente se encontraba una imagen de Nuestra Señora, que según la tradición representa una visión concedida a Santa Gala. Se considera milagrosa y se llevaba en procesión en tiempos de pestilencia. Ahora se encuentra sobre el altar mayor de Santa María en Campitelli.
FRANCISCO MERSHMAN