Indios AMERICANOS.—GENERAL.—Cuando Colón desembarcó en la isla de San Salvador en 1492 fue recibido por un pueblo de piel morena cuyo aspecto físico le confirmó en su opinión de que por fin había llegado India, y a quienes, por lo tanto, llamó Indios, un nombre que, por equivocado que fuera en esta primera aplicación, continuó manteniéndose y desde hace mucho tiempo ha ganado aceptación general, excepto en escritos estrictamente científicos, donde el término más exacto americano es comúnmente utilizado. A medida que la exploración se fue extendiendo hacia el norte y el sur, se descubrió que la misma raza se extendía por todo el continente, desde las costas árticas hasta el Cabo de Hornos, siendo en todas partes iguales en las principales características físicas, con excepción de los esquimal en el extremo norte, cuyos rasgos recuerdan al mongol.
Tipo de raza.—Las características físicas más marcadas del tipo de raza india son piel morena, ojos castaños oscuros, pómulos prominentes, cabello negro lacio y barba escasa. El color no es rojo, como se supone popularmente, sino que varía desde muy claro en algunas tribus, como los cheyenne, hasta casi negro en otras, como los caddo y los tarumari. En algunas tribus, como los Flatheads, la piel tiene un tono amarillento distintivo. El cabello es castaño en la infancia, pero siempre negro en el adulto hasta que se vuelve gris con la edad. La calvicie es casi desconocida. El ojo no se mantiene tan abierto como en los caucásicos y parece estar mejor adaptado al trabajo a distancia que al trabajo de cerca. La nariz suele ser recta y bien formada y, en algunas tribus, fuertemente aguileña. Las manos y. Los pies son comparativamente pequeños. La altura y el peso varían entre los europeos: los pueblo miden en promedio poco más de cinco pies, mientras que los cheyenne y arapaho son excepcionalmente altos, y los tehuelche de Patagonia De construcción casi masiva. Por regla general, los indios del desierto, como los apaches, son de constitución enjuta y musculosa, mientras que los de la región boscosa son más pesados, aunque no proporcionalmente más fuertes. La barba es siempre escasa, pero aumenta con la mezcla de sangre blanca. La idea errónea de que el indio no tiene barba por naturaleza se debe a que en la mayoría de las tribus se la arrancan a medida que crece, y las cejas se tratan de la misma manera. No existe una tribu de “indios blancos”, pero ocasionalmente se encuentran albinos de piel rubia, ojos rosados débiles y cabello y cejas casi blancos, especialmente entre los Pueblo. En capacidad cerebral cúbica, el indio no está muy por detrás del hombre blanco, pero en capacidad intelectual general, resistencia y vitalidad es muy inferior. Excepto cuando está bajo una fuerte excitación, suele ser más deliberado y menos demostrativo que el hombre blanco, pero de ninguna manera es el estoico silencioso que a veces se le ha representado. Sus defectos morales más graves, que parecen ligeramente modificados por la educación o la enseñanza religiosa, son la falta de perseverancia y de ambición para mejorar su condición, cualidades sin las cuales no puede haber avance permanente.
Origen y Antigüedad.—Varios Se han asignado orígenes a la raza india: desde Europa y el Este, a través de Tierra Verde o la mítica Isla de la Atlántida; de Asia, por el estrecho de Bering, o más abajo, en un viaje aventurero desde las islas de la Polinesia; o como autóctonos de un período geológico remoto. El origen oriental tiene una base casi tan débil como la propia historia de la Atlántida y puede descartarse sin discusión. La teoría asiática, tanto para el estrecho de Bering como para las islas polinesias, tiene más defensores y también más razones a su favor. El hecho de que los aventureros japoneses y otros aventureros asiáticos hayan desembarcado frecuentemente en la costa del Pacífico Norte de América Es una cuestión de historia, y la tradición tribal y otras pruebas indican que ese contacto era tan frecuente en tiempos prehistóricos, pero si todo esto ha sido suficiente para causar una impresión permanente en el físico o la cultura, y mucho menos para dar cuenta de una raza, es una cuestión pregunta abierta. Desde hace algunos años este problema ha sido objeto de investigación sistemática por parte del Museo Americano de New York City, con promesa de resultados importantes. Hasta donde se sabe hasta ahora, la única migración permanente ha sido en la dirección opuesta, una esquimal tribu de Alaska habiendo fijado su residencia permanente en Siberia dentro del periodo histórico.
La teoría del origen autóctono suele estar relacionada, aunque no necesariamente, con la de la extrema antigüedad, como afirman varios escritores para el indio, como para el primitivo hombre de las cavernas de Europa, una existencia contemporánea del período glacial. Si bien esta teoría tiene muchos defensores fervientes, que basan su opinión en hallazgos aislados como los de las gravas de Trenton, el “cráneo de Calaveras” y el “hombre de Lansing”, el consenso de la opinión científica es que la evidencia sobre la ubicación original de estos los hallazgos en estratos no perturbados no son suficientes para establecer la reclamación. Con respecto a los montones de conchas y otros depósitos en masa, las estimaciones más altas de edad no les dan más que unos pocos miles de años, y Dall, nuestra mejor autoridad en Alaska, permite que las guaridas más antiguas de las Islas Aleutianas no superen los tres mil. Las naciones más civilizadas, como los mayas, los totonacas, los muysca y los quichua, probablemente tuvieron su origen como tales dentro de mil años o quinientos años después del descubrimiento. Sin embargo, sin retroceder a los períodos geológicos, la similitud práctica del tipo físico en ambos continentes implica una ocupación prolongada.
Las diversas afirmaciones de origen judío, fenicio, irlandés o galés no tienen fundamento demostrable, aunque la primera en particular ha encontrado defensores durante casi tres siglos e incluso ha proporcionado el motivo del Libro de Mormón. Los numerosos montículos y otros movimientos de tierra esparcidos por el este de los Estados Unidos, con las ruinas de los acantilados y otras casas en ruinas en el suroeste, también han dado oportunidad para mucha especulación y teorización sobre la existencia anterior en esas regiones de naciones altamente civilizadas ahora extintas. . El examen científico, sin embargo, muestra que las ruinas y los movimientos de tierra son del carácter arquitectónico más rudimentario, siendo de construcción tosca e inexactas y asimétricas en sus medidas dimensionales, mientras que los diversos artefactos encontrados dentro de ellos son casi exactamente idénticos a los que todavía están en uso por los incivilizados. tribus. Se sabe histórica o tradicionalmente que las ruinas de las casas más importantes fueron construidas y ocupadas por los antepasados de los Pueblo, Pima y otras tribus que aún habitan la misma región. También se sabe que algunos de los montículos de la sección oriental se utilizaron como cimientos para “casas urbanas” tribales durante el período histórico, pero la mayoría de los movimientos de tierra más grandes, como los de Cahokia en Illinois, de Etowah en Georgia, los movimientos de tierra de Serpent Mound y Newark en Ohio, son mucho más antiguos y probablemente se originaron en tribus más pobladas que luego se trasladaron a regiones más meridionales. Los propios aztecas, según una tradición tribal definida, llegaron al valle de México desde el extremo Norte, y la evidencia lingüística establece su conexión con el gran linaje lingüístico shoshoniano cuyas tribus se extienden casi continuamente a lo largo de la columna vertebral del continente desde el río Columbia hasta el istmo de Panamá. De la misma manera, se sabe que los apaches y navajos de la frontera mexicana emigraron desde las costas heladas del Yukon y Mackenzie.
Como en Europa y Asia, el movimiento general fue de norte a sur, pero las tribus algonkianas (ojibwa, etc.) y siouan (sioux, etc.) se trasladaron hacia el oeste desde la costa atlántica, mientras que las tribus muskogeanas de los estados del Golfo tenían su hogar anterior al oeste del Misisipi. Un gran linaje sudamericano, el arahuaco, después de ocupar las Antillas, completó la cadena de conexión plantando una colonia en Florida.
Idiomas.—Un Uno de los hechos notables de la etnología americana es la gran diversidad de lenguas. El número de lenguas y dialectos bien marcados puede haber llegado a mil, constituyendo unos 150 grupos lingüísticos separados, cada uno de los cuales es tan distinto de todos los demás como las lenguas arias lo son del turanio o el bantú. De estas poblaciones, aproximadamente setenta se encontraban en el continente septentrional y ochenta en el sur. Todos se encontraban casi en la misma etapa primitiva de desarrollo, caracterizada por una minuciosa exactitud de descripción con una ausencia casi total de una clasificación amplia. Así, los Cherokee, que vivían en un país donde abundaban las frutas silvestres, no tenían una palabra para designar la uva, sino que tenían un término descriptivo distinto para cada una de las tres variedades que conocía. De la misma manera no podría decir simplemente “Estoy aquí”, sino que debe calificar la condición como de pie, sentado, etc.
El primer intento de clasificación de las lenguas indias de los Estados Unidos y Gran Bretaña. América fue hecho por Albert Gallatin en 1836. El comienzo de la investigación sistemática data del establecimiento de la Oficina de Etnología Americana bajo el mando del Mayor JW Powell en 1879. Para las lenguas de México y Central América la base es la “Geograffa” de Orozco y Berra, de 1864, complementada por el trabajo posterior de Brinton, en su “American Race” (1891), y corregida y actualizada a los últimos resultados en el mapa lingüístico de Thomas y Swanton ahora. en preparación por la Oficina de Etnología. Para el sur América, tenemos el “Catálogo” de Hervás (1784), que abarca también todo el campo de las lenguas en todo el mundo; La obra de Brinton que acabamos de señalar, contiene el resumen de todo lo conocido hasta ese momento; y el resumen completo de Chamberlain, publicado en 1907.
Para facilitar la comunicación intertribal, frecuentemente encontramos las lenguas de las tribus más importantes utilizadas por tribus más pequeñas en toda la misma región, como el comanche en las llanuras del sur y el navajo (apache) en el suroeste. A partir de la misma necesidad se han desarrollado ciertas jergas comerciales notables, basadas en alguna lengua dominante, con incorporaciones de muchas otras, incluidas las europeas, todas suavizadas y asimiladas a un estándar común. Los principales de ellos fueron los "Mobilian" de los Estados del Golfo, basados en Choctaw; la “jerga chi-nook” de Columbia y territorios adyacentes en la costa del Pacífico, un conglomerado notable basado en la extinta lengua chinook; y la lingoa general de Brasil y el Paraná. región, basada en el tupí-guaraní. A éstos hay que añadir el conocido “lenguaje de señas” de las llanuras, un código de gestos que respondía a todos los propósitos de las relaciones intertribales ordinarias desde Canadá al Río Grande.
ESTADOS UNIDOS, AMÉRICA BRITÁNICA, ETC.—Casas.—En los Estados Unidos y al norte había unos veinte tipos bien definidos de viviendas nativas, que variaban desde el simple refugio de maleza hasta el pueblo de piedra de cinco pisos. En el este de los Estados Unidos y partes adyacentes de Canadá el tipo predominante era el comúnmente conocido bajo el término algonkiano de tienda india, con forma de techo de carro, con lados y extremos perpendiculares y techo redondeado, y construido con fuertes postes clavados en el suelo y cubiertos con corteza o con esteras tejidas de hierba o juncos. . Las puertas en cada extremo servían también como ventanas, y las aberturas en el techo permitían escapar el humo. Ni siquiera la arquitectura Pueblo había desarrollado una chimenea. En general las casas eran comunales, ocupando la misma vivienda varias familias estrechamente emparentadas. El Iroquois Las casas tenían a veces cien pies de largo, divididas en compartimentos de unos diez pies cuadrados, que se abrían a un pasillo central, a lo largo del cual se alineaban los fuegos, ocupando dos familias compartimentos opuestos ante el mismo fuego. Las plataformas elevadas a los lados de la habitación estaban cubiertas con pieles y servían como asientos y camas. Las casas de un asentamiento generalmente estaban dispersas de manera irregular, según la conveniencia del propietario, pero en algunos casos, especialmente en fronteras tribales en disputa, estaban dispuestas de manera compacta en calles regulares y rodeadas por fuertes empalizadas. El Iroquois Los fuertes empalizados tenían plataformas alrededor del interior, cerca de la parte superior, desde donde los defensores podían disparar más fácilmente al enemigo. En los Estados del Golfo, cada asentamiento importante tenía su “casa urbana”, una gran estructura circular, con techo cónico, construida con troncos y dedicada a consejos y ceremonias tribales. El tipi (el nombre sioux para casa), o tienda de campaña cónica, de la región superior del lago y las llanuras estaba formado por postes ligeramente clavados en el suelo, unidos cerca de la parte superior y cubiertos con corteza o esteras en la región del lago, y con pieles de búfalo vestidas en las llanuras. Era fácilmente portátil y dos mujeres podían montarlo o desmontarlo en una hora. En ocasiones ceremoniales, el campamento tipi se disponía en un gran círculo, con el “lodge de medicina” ceremonial en el centro. Las tribus semisedentarias Pawnee, Mandan y otras tribus a lo largo del Missouri construyeron sólidas estructuras circulares de troncos, cubiertas con tierra, capaces a veces de albergar a una docena de familias. Los Wichita y otras tribus de la frontera de Texas construyeron grandes casas circulares con techo de paja colocadas sobre un armazón de postes. El Navajo Hogan, era una contraparte más pequeña de la “logia de la tierra” Pawnee. La estructura del pueblo comunal de la región de Río Grande consistía en un número (a veces cientos) de habitaciones cuadradas de diversos tamaños, de piedra o adobe recubiertas de mortero de arcilla, con techos planos, patios y pasillos intrincados, que evocaban elementos orientales. La wikiup de Piute de Nevada Estaba sólo un grado por encima del refugio del Apache. California., con su larga extensión de norte a sur y sus extremos desde la llanura cálida hasta la sierra nevada, tenía una variedad de tipos, incluido el semisubterráneo. A lo largo de toda la costa noroeste, desde Columbia hasta el esquimal En la frontera, el tipo predominante era la estructura de tablero rectangular, pintada con diseños simbólicos y con el gran tótem, tallado con los escudos heráldicos del propietario, elevándose sobre la puerta. En el Yukón encontramos la vivienda subterránea, mientras que la esquimal Tenía tanto la casa subterránea como el iglu en forma de cúpula, construido con bloques de nieve endurecida. Además de las viviendas habituales, casi todas las tribus tenían también algún estilo de estructura temporal, además de "casas de sudor", cenadores de verano, escondites de provisiones, etc.
La comida y sus Procura.—En la región boscosa de los estados del este y del sur y las partes adyacentes de CanadáA lo largo del Missouri y entre los pueblo, los pima y otras tribus del suroeste, la principal dependencia era la agricultura, siendo los principales cultivos maíz, frijoles y calabazas, además del tabaco nativo. El nuevo England Las tribus entendían el principio del abono, mientras que las del árido suroeste construían canales y practicaban el riego. A lo largo de toda la costa del océano, en la región de los lagos y en el río Columbia, la pesca era una importante fuente de subsistencia. En la costa del Atlántico sur se utilizaban elaboradas presas, pero en otros lugares eran más comunes el anzuelo y el sedal, la red de cerco o el arpón. Las almejas y las ostras se consumían en tales cantidades a lo largo de la costa atlántica que en algunos lugares de reunión favoritos las conchas vacías se apilan en montículos de tres metros de altura. Desde el centro California. Hacia el norte, a lo largo de toda la costa occidental, el salmón era la principal dependencia alimentaria, y en el Columbia casi la totalidad. Las tribus de la costa noroeste, así como las esquimal, eran balleneros intrépidos. Por supuesto, en todas partes la caza silvestre era un factor importante en el suministro de alimentos, especialmente el ciervo en la región maderera y el búfalo en las llanuras. De hecho, las tribus nómadas de las llanuras vivían del búfalo, que, de una forma u otra, les proporcionaba comida, ropa, refugio, enseres domésticos y combustible.
En este sentido, había muchos tabúes tribales y personales curiosos fundados en tradiciones de clan, sueños u otras razones religiosas. Así, los navajos y los apaches, lejos de comer la carne de un oso, se niegan incluso a tocar la piel de uno, creyendo que el oso es de parentesco humano. Por una razón algo similar, algunas tribus de las llanuras y del árido suroeste evitan el pescado, considerando al perro un manjar.
Además de los alimentos básicos cultivados, dondequiera que fuera posible se utilizaban nueces, raíces y frutos silvestres. Los indios de las Sierras vivían principalmente de bellotas y piñones. Esos de Oregón y la región de Columbia reunió grandes reservas de camass y otras raíces, además de varias especies de bayas. Los apaches y otras tribus del suroeste recogieron el fruto del cactus y asaron la raíz del maguey. Las tribus de la región superior del lago hacían gran uso del arroz silvestre, mientras que las de la Ohio Los valles producían azúcar a partir de la savia del arce, y los de los estados del sur extraían un aceite nutritivo de la nuez de nogal americano. Pemmican y maíz molido son nombres indios, así como invenciones indias, y el azúcar de arce también es un descubrimiento aborigen. Sal Muchas tribus lo utilizaban, especialmente en las llanuras y en el suroeste, pero en los Estados del Golfo se utilizaba lejía. Difícilmente se podría decir que existiera el canibalismo simplemente por el bien de la comida, pero, como ceremonia de guerra o sacrificio después de un triunfo salvaje, la costumbre era muy generalizada, particularmente en la costa de Texas y entre las tribus iroquesas y algonquinas del este. Los Tonkawa de Texas eran conocidos por todos sus vecinos como los "Hombre-Comedores”. Al parecer, el único intoxicante nativo era el tiswin, una especie de cerveza suave fermentada a partir de maíz por los apaches y las tribus vecinas.
Animales domesticados.—El perro era prácticamente el único animal domesticado antes de la llegada de los blancos y se encontraba en casi todas las tribus, siendo utilizado como bestia de carga durante el día y como centinela constante durante la noche, mientras que en algunas tribus la carne También era un plato favorito. Rara vez, o nunca, fue entrenado para cazar. Ocasionalmente se tenían águilas y otras aves por sus plumas, y los niños a veces tenían otras mascotas además de los cachorros. El caballo, que se cree fue introducido por los españoles, rápidamente se convirtió en un factor tan importante en la vida de las tribus de las llanuras como el propio búfalo. De la misma manera, las ovejas y las cabras, introducidas por los primeros franciscanos, se han convertido en la principal fuente de riqueza de los navajos, que ahora suman medio millón de animales de los que obtienen un ingreso anual de más de un millón de dólares.
Industrias y artes.—En la fabricación de utensilios domésticos, armas, adornos, objetos ceremoniales, embarcaciones, redes de cerco y trampas, en la construcción de casas y en la fabricación de alfarería y cestería, los indios mostraron un considerable ingenio de diseño y una paciencia infinita. de ejecución. En la división del trabajo, la fabricación de armas, la caza y la pesca, los barcos, las flautas y la mayoría de los objetos ceremoniales recayeron en los hombres, mientras que las artes domésticas de la alfarería y la cestería, el tejido y confección de pieles, la confección de ropa, y la preparación y conservación de los alimentos comúnmente correspondía a las mujeres. Entre las tribus sedentarias o semisedentarias la construcción de viviendas pertenecía generalmente a los hombres, aunque en ocasiones las mujeres ayudaban. En las llanuras, toda la fabricación y mantenimiento del tipi recaía en manos de las mujeres. En muchas tribus el hombre cortaba, cosía y decoraba su propio traje de ante, y en algunas aldeas pueblo los hombres eran los tejedores de cestas.
Si bien en ciertas tribus la casa demostraba considerable habilidad arquitectónica, su propósito principal siempre fue utilitario, y generalmente había pocos intentos de lograr efectos decorativos, excepto entre los Haida, los Tlingit y otros de la costa noroeste, donde los grandes tallados y Los tótems pintados, a veces de veinte metros de altura, colocados frente a cada vivienda, eran un rasgo llamativo de la imagen del pueblo. Las mismas tribus se destacaban por sus grandes canoas marítimas, excavadas en un solo tronco de cedro, elaboradamente talladas y pintadas y, a veces, lo suficientemente grandes como para albergar a cuarenta hombres. El barco de piel o kaiak de la esquimal Era una maravilla de ligereza y flotabilidad, siendo prácticamente insumergible. La canoa de corteza de abedul de las tribus orientales estaba especialmente bien adaptada a su finalidad de navegación interior. En los estados del sur encontramos la canoa de troncos más pequeña. En las llanuras, el barco era prácticamente desconocido, a excepción del barco de piel en forma de bañera de los mandan y tribus asociadas en el alto Misuri.
EL esquimal se destacaron por sus tallas artísticas en hueso y marfil de morsa; las tribus de la costa noroeste por sus tallas en pizarra; los Pueblo por sus incrustaciones de turquesa y sus tallados en madera, especialmente de figurillas mitológicas; y el Atlántico y California. tribus costeras por su trabajo en concha. El wampum, o cuentas de conchas, elaborados principalmente con las conchas de varias almejas que se encuentran a lo largo de la costa atlántica, se han vuelto históricos, habiéndose utilizado ampliamente no sólo para ornamentación de vestidos, sino también en cinturones de tratados, como tributo tribal y como estandarte de valor que responde al propósito del dinero. El martillo o garrote de piedra común, que se encontraba en casi todas las tribus, representaba un trabajo muy paciente, mientras que toda la habilidad del artista se empleaba con frecuencia en la pipa tallada en piedra. Las pipas de piedra negra de los Cherokee eran famosas en los estados del sur, y la pipa de piedra roja de catlinita de una sola cantera en Minnesota Tenía fama de sagrado y se fumaba en la ratificación de todos los compromisos tribales solemnes en las llanuras y la región de los lagos. Los cuchillos, las hojas de lanza y las puntas de flecha también solían ser de piedra, preferiblemente pedernal u obsidiana. A lo largo de la costa del Golfo se utilizaban cuchillos de filo afilado fabricados con cañas partidas. Los morteros y cuencos para maíz solían ser de madera en las regiones madereras y de piedra en las zonas áridas. Los raspadores de piel eran de hueso y las cucharas de madera o cuerno. El trabajo en metal se limitó principalmente a la confección de gorgueras y otros adornos tallados en cobre nativo, que se encuentran en el sur de Alleghenies, alrededor del lago Superior y alrededor del río Copper en Alaska. Al parecer, el arte de la fundición era desconocido. Bajo la enseñanza franciscana y más tarde mexicana, los navajos han desarrollado un arte de trabajar la plata que se compara en importancia con su célebre tejido de mantas, siendo el material utilizado monedas de plata fundidas en moldes de piedra de su propia talla. Las tribus locales extraían la mica en las montañas de Carolina y la transformaban en gorgueras y espejos, que llegaban mediante el comercio hasta las praderas occidentales. Todas estas artes pertenecían a los hombres.
La alfarería pertenecía a las mujeres y se practicaba en casi todas las tribus, excepto en las de las llanuras y cuenca interior, y en las del frío norte. La cerámica oriental solía estar decorada con motivos estampados. El de los Pueblo y otras tribus del suroeste era liso y pintado con diseños simbólicos. Se han encontrado algunos ejemplares de cerámica vidriada en la misma región, pero es dudoso que el proceso sea de origen nativo. Los Catawba y algunas otras tribus produjeron una hermosa cerámica negra quemando la vasija a cubierto, de modo que el humo impregnara los poros de la arcilla. El sencillo proceso manual mediante bobinado se utilizó universalmente.
El tejido de cestas con astillas de madera, caña, juncos, yuca o fibras de corteza y diversas hierbas era practicado por las mismas tribus que fabricaban la alfarería y, salvo en unas pocas tribus, también era trabajo de mujeres. La cesta solía teñirse con varios diseños con tintes vegetales. Los Cherokee hicieron una canasta de doble pared. Los de las tribus Choctaw, Pueblo, Jicarilla y Piute se destacaron por la belleza del diseño y la ejecución, pero los Pomo y otras tribus de California. sobresalían todos por la cercanía y la delicadeza del tejido y la riqueza de la decoración, muchas de sus cestas de hierba eran herméticas y casi ocultas bajo un entretejido de plumaje de colores brillantes, y además estaban decoradas alrededor de la parte superior con colgantes de brillante nácar. El tejido de esteras de hierba o de juncos para cubrir camas o tiendas indias puede considerarse una variante del proceso de confección de cestas, al igual que los delicados apliques de plumas de puercoespín de las llanuras del norte y de la parte superior. Misisipi tribus
El útil arte de vestir la piel también pertenecía exclusivamente a las mujeres, excepto a lo largo de las costas árticas, donde las pieles, en lugar de pieles desnudas, eran usadas por los esquimal, mientras que las entrañas de los animales marinos más grandes también se utilizaron para prendas impermeables. Las pieles de uso más general eran las de búfalo, alce y ciervo, que se preparaban raspando, estirando y ungiendo con diversas mezclas suavizantes o conservantes, de las cuales comúnmente formaban parte el hígado o el cerebro del animal. Las tribus madereras generalmente ahumaban la piel, un proceso desconocido en las llanuras. Se hizo un uso limitado de pieles de aves con las plumas intactas.
El arte del tejido propiamente dicho también estaba casi exclusivamente en manos de las mujeres. En Oriente, aparte de la fabricación de cestería y esteras, se limitaba casi exclusivamente a torcer cuerdas o cuerdas de arco y a fabricar cinturones, reemplazando el tejido la piel. En el suroeste, las tribus pueblo tejían algodón nativo en telares de su propia creación y, desde la introducción de las ovejas por los misioneros franciscanos en el siglo XVI, los navajos, ampliando sus enseñanzas pueblo, han desarrollado un arte de tejer que ha hecho la manta navajo, famosa en todo el país, siendo exclusivamente suyo el decapado, el hilado, el tejido y el teñido de la lana. El Piute de Nevada y otros de esa región vestían mantas tejidas con tiras de piel de conejo. Algunos de los primeros escritores mencionan capas tejidas con plumas entre las tribus del Golfo, pero es posible que las plumas simplemente estuvieran superpuestas sobre la prenda de piel.
Es notable que el trabajador indio, hombre o mujer, no utilizaba ningún patrón, llevando el diseño en la cabeza. Sin embargo, ciertos diseños estaban estandarizados y hereditarios en tribus y sociedades particulares.
Juegos y Parques de atracciones.—Naturalmente despreocupado por el futuro, el indio se entregaba al placer cuando no estaba bajo el acicate de una necesidad o peligro inmediato, y su tiempo libre en casa se llenaba con una ronda constante de banquetes, bailes, narraciones de cuentos, competencias atléticas, y juegos de azar. El principal juego atlético en todas partes al este del Missouri, así como en algunas tribus de la costa del Pacífico, era el juego de pelota, adoptado por los franceses de Canadá bajo el nombre de lacrosse y en Louisiana como raqueta. En este juego la pelota no se atrapaba con la mano, sino con un palo en forma de red que se parecía un poco a una raqueta de tenis. Un baile especial y una ceremonia secreta precedieron al concurso. El siguiente en popularidad tribal en la región oriental fue el juego conocido por los primeros comerciantes con el corrupto nombre creek de chunkee, en el que un jugador hacía rodar una rueda de piedra por el suelo, mientras su competidor deslizaba detrás de ella un palo curvado en un extremo como un mango de paraguas, con el diseño de que la rueda gastada caiga dentro de la curva al final de su recorrido. Este juego, que requería mucho esfuerzo, a veces se mantenía durante horas. En las llanuras se encontraba un juego algo similar, que se jugaba con una rueda enredada y un palo recto, cuyo objetivo era lanzar el palo a través de ciertos agujeros enredados en la rueda, conocidos como búfalo, becerro, etc. Popular entre ciertas tribus, como los Pueblos, Apache, Wichita y Crows, siendo frecuentemente parte de grandes funciones ceremoniales. En las llanuras, las carreras de caballos proporcionaban una diversión apasionante. Había numerosos juegos de azar, algo del orden de los dados, jugados con palos marcados, piedras de ciruela, huesos tallados, etc., siendo estos de especial favor entre las mujeres. También eran populares el tiro al blanco con arco y flecha y diversas formas de lanzamiento de dardos.
Entre los juegos claramente femeninos se encontraban el fútbol y el shinny, siendo el primero simplemente el rebote de una pelota entre los dedos de los pies con el propósito de mantenerla en el aire el mayor tiempo posible. Los juegos de manos, en los que varios jugadores se colocaban en dos filas opuestas y alternativamente intentaban adivinar el paradero de un pequeño objeto que pasaba rápidamente de una mano a otra, eran el pasatiempo tipi favorito de ambos sexos en las noches de invierno, con el acompañamiento de Canciones adaptadas al rápido movimiento de las manos. La velada se completaba con narraciones y canciones, normalmente acompañadas de sonajas o pequeños tambores. El indio era esencialmente musical, siendo sus instrumentos el tambor, la matraca, la flauta o flageolet, el silbato de hueso de águila y otros dispositivos más toscos. Cada uno tenía su especial significado religioso y propósito ceremonial, particularmente el sonajero, del cual había muchas variedades. Además de los juegos atléticos y de apuestas, había juegos de adivinación que se jugaban sólo en raras ocasiones por necesidad tribal con parafernalia sagrada bajo la custodia de guardianes especiales. Al indio también le gustaba cantar y tenía canciones para cada ocasión: amor, guerra, caza, juegos, medicina, sátira, canciones infantiles y canciones de cuna.
Los niños jugaban con trompos, látigos, muñecos y otros juguetes, o imitaban a sus mayores disparando, montando y “jugando a las casitas”.
Guerra.—Así como la guerra es la condición normal del salvajismo, la gloria guerrera india era el objetivo de su ambición, el tema de su oratoria y el propósito de su ceremonial más elaborado. Sus armas eran el cuchillo, el arco, la maza, la lanza y el hacha de guerra o hacha de piedra, que muy pronto fue sustituida por el hacha de acero ligero suministrada por el comerciante. A estas ciertas tribus añadieron armaduras defensivas, como las armaduras de cuero crudo o varillas de madera que se usaban a lo largo de la costa noroeste y en algunas otras secciones, y el escudo usado más particularmente por las tribus ecuestres de las llanuras. Como regla general, la lanza y el escudo eran más comunes en el campo abierto y el hacha de guerra en el bosque. El arco generalmente era de madera dura y flexible con una cuerda tendinosa retorcida, pero a veces era de hueso o cuerno revestido con una envoltura tendinosa. Es extremadamente dudoso que se hayan encontrado flechas envenenadas al norte de México, a pesar de muchas afirmaciones en sentido contrario.
Donde prevalecía el sistema de clanes, la dirección general de los asuntos de guerra estaba a menudo en manos de clanes especiales, y en algunas tribus, como los Arroyos, las negociaciones y ceremonias de guerra y paz pertenecían a ciertos pueblos designados respectivamente como “rojos” y “blancos”. Con el Iroquois, y probablemente con otras tribus, la decisión final sobre la guerra o la paz recaía en un consejo de mujeres casadas. En las llanuras, los guerreros de una tribu estaban organizados en sociedades militares de diferentes grados de rango, desde los niños en entrenamiento hasta los ancianos que habían superado su período activo. El servicio militar era enteramente voluntario para el individuo, quien, entre las tribus orientales, expresaba su aceptación de alguna manera pública, como golpeando el puesto de guerra pintado de rojo o, en las llanuras, fumando la pipa enviada por los organizadores de la guerra. expedición. Contrariamente a la práctica europea, el mando generalmente recaía en varios líderes de igual rango, que no necesariamente eran reconocidos como jefes en otras ocasiones. La partida y el regreso se hacían según formas ceremoniales fijas, con cánticos solemnes de desafío, victoria o dolor por la derrota. En algunas tribus había pequeñas sociedades de guerreros elegidos que se comprometían a nunca volverse ni huir de un enemigo excepto con el permiso expreso de sus compañeros, pero en general el guerrero indio prefería no correr grandes riesgos, aunque era lo suficientemente valiente en circunstancias desesperadas.
Para el salvaje, todo miembro de una tribu hostil era igualmente un enemigo, y se gloriaba tanto en la muerte del niño o de su madre como en la del padre guerrero. La victoria significó una masacre indiscriminada, con la más repugnante mutilación de los muertos, seguida en el primer período en casi todas las partes del Este y del Sur por una fiesta caníbal. Friederici ha demostrado que la costumbre de arrancar el cuero cabelludo a los muertos, tan generalizada en las últimas guerras indias, se limitaba originalmente a una zona limitada al este de la India. Misisipi, reemplazando gradualmente la costumbre anterior de la decapitación. En muchas tribus occidentales, la destreza del guerrero no se evaluaba por el número de trofeos de cuero cabelludo, sino por el número de golpes (término francés) o golpes dados al enemigo, para los cuales había una escala regular según el tipo, siendo el honor más alto no se concedía al que aseguraba el cuero cabelludo, sino al guerrero que daba el primer golpe al enemigo, aunque sólo fuera con una vara de sauce. La danza del cuero cabelludo no la realizaban los guerreros, sino las mujeres, que así se regocijaban por el éxito de sus maridos y hermanos. No había una “danza de guerra” distintiva.
Los cautivos de las tribus orientales eran condenados a muerte con todas las formas horribles de tortura o adoptados ceremonialmente en la tribu, y la decisión generalmente recaía en las mujeres. Si era adoptado, inmediatamente se convertía en miembro de una familia, generalmente como representante de un miembro fallecido, y en seguida adquiría plenos derechos tribales. En las guerras de los Hurones, ciudades enteras de la nación derrotada se sometieron voluntariamente y fueron adoptadas corporalmente por la nación. Iroquois tribus. En las llanuras la tortura no era común. Los adultos rara vez se salvaron, pero los niños con frecuencia fueron salvados y adoptados regularmente o criados en una especie de esclavitud leve. A lo largo de la costa noroeste y tan al sur como California. la esclavitud prevalecía en su forma más dura y era el destino habitual del cautivo.
Organización social.-Entre la mayoría de las tribus al este del Misisipi, entre los pueblo, navajos y otros del suroeste, y entre los tlingit y haida de la costa noroeste, la sociedad se basaba en el sistema de clanes, según el cual la tribu se subdividía en una serie de grandes grupos familiares, cuyos miembros de los cuales se consideraban estrechamente relacionados y se les prohibía casarse entre sí. Los hijos solían seguir el clan de la madre. Los propios clanes a veces se agrupaban en cuerpos más grandes de parientes emparentados, a los que se les ha aplicado el nombre de fratrías. Los clanes generalmente, aunque no siempre, recibían nombres de animales, y cada clan rendía especial reverencia a su animal tutelar. Así, los Cherokee tenían siete clanes: Lobo, Venado, Pájaro, Pintura y otros tres con nombres que no se traducían fácilmente. Un hombre Lobo no podía casarse con una mujer Lobo, pero podía casarse con una mujer Ciervo, o con cualquier otro clan, y sus hijos eran del Ciervo o de otro clan en consecuencia. En algunas tribus el nombre del individuo indicaba el clan, como “Pie Redondo” en el clan Lobo y “Crawler” en el clan Tortuga. Ciertas funciones de guerra, paz o ceremoniales eran generalmente hereditarias en clanes especiales, y la venganza por las heridas dentro de la tribu recaía en los parientes del clan de la persona herida. El consejo tribal estaba formado por jefes de clan hereditarios o elegidos, y cualquier extranjero incorporado a la tribu tenía que ser adoptado específicamente por una familia y un clan.
El sistema de clanes no era en modo alguno universal, como suponían Morgan y sus seguidores hace cuarenta años, pero ahora se sabe que se limitaba a regiones concretas y parece haber sido originalmente un dispositivo artificial para proteger la tierra y otras propiedades. Estuvo ausente en casi todas partes al oeste del Missouri, excepto en el suroeste, y parece que también fue desconocido en la mayor parte de Gran Bretaña. América, el interior de Alaska, y probablemente entre los esquimal. Entre las tribus de las llanuras, la unidad era la banda, cuyos miembros acampaban juntos bajo su propio jefe en un lugar designado en el círculo del campamento tribal y no estaban sujetos a ninguna prohibición de casarse, sino que generalmente se casaban entre ellos.
Con algunas excepciones notables, había muy poca idea de solidaridad tribal o autoridad suprema, y cuando un jefe aparece en la historia como dictador tribal, como en el caso de Powhatan en VirginiaPor lo general, se debía a su fuerte personalidad. La verdadera autoridad residía en el consejo como intérprete de las antiguas costumbres tribales. Incluso tribus tan conocidas como los Arroyos y Cherokee eran en realidad sólo agregados de aldeas estrechamente afines, cada una de las cuales actuaba de forma independiente o en cooperación con las demás según convenía a su conveniencia inmediata. Incluso en las tribus más pequeñas y compactas rara vez existían disposiciones para obligar al individuo a lograr una acción común, pero los del mismo clan o banda generalmente actuaban juntos. En esta falta de solidaridad está el secreto de la debilidad militar india. En ninguna guerra india en la historia de los Estados Unidos una sola tribu grande se ha unido en una resistencia sólida, mientras que, por otra parte, siempre se han encontrado otras tribus uniéndose contra los hostiles. Entre los natchez, los timucua y algunas otras tribus del sur, hay más indicios de una autoridad central, que probablemente recaía en un clan dominante.
EL Iroquois (qv) de New York había progresado más allá de cualquier otro pueblo nativo al norte de México en la elaboración de un estado y un imperio. A través de un sistema de confederación cuidadosamente planificado, que se originó alrededor de 1570, las cinco tribus aliadas habían asegurado la paz y la unidad internas, mediante las cuales habían podido adquirir un control dominante sobre la mayoría de las tribus desde la Bahía de Hudson hasta Carolina y, si no se controlaba prematuramente, con la llegada de los blancos, podría haber fundado con el tiempo un imperio en el norte que rivalizara con el de los aztecas.
Por lo general, la tierra se tenía en común, excepto entre los pueblo, donde se repartía entre los clanes, y en algunas tribus del norte. California., donde se dice que existió el derecho individual. La madera y otros productos naturales eran gratuitos y la hospitalidad se llevaba a tal grado que ningún hombre se quedaba con lo que su vecino quería. Si bien esto evitó la pobreza extrema, por otro lado paralizó la industria y la economía individuales y fue una barrera eficaz al progreso. La acumulación de propiedades se vio desalentada aún más por el hecho de que en la mayoría de las tribus era costumbre destruir todas las pertenencias del propietario al morir. La palabra para “valiente” y “generoso” era frecuentemente la misma, y a lo largo de la costa noroeste existía una curiosa costumbre conocida como potlatch, según la cual un hombre ahorraba durante media vida para adquirir el rango de jefe, regalando finalmente todo su tesoro en una gran fiesta pública.
La esclavitud de los cautivos era más o menos común en todo el país, especialmente en los estados del sur, donde a veces los cautivos eran lisiados para impedir su fuga. A lo largo de la costa noroeste y tan al sur como California., no sólo los cautivos, sino también sus hijos y descendientes posteriores eran esclavos y podían ser maltratados o asesinados a voluntad del amo, siendo frecuentemente enterrados vivos con su dueño fallecido o masacrados para proporcionar un banquete caníbal ceremonial. En los estados esclavistas del sur, antes de la Guerra Civil Guerra, los indios eran frecuentes propietarios de esclavos negros.
Hombres y mujeres, y a veces incluso los niños mayores, se organizaron en sociedades con fines militares, religiosos, laborales y sociales, muchos de ellos secretos, especialmente los relacionados con la medicina y el trabajo de las mujeres. En algunas tribus también existía la costumbre de que dos jóvenes se convirtieran en “hermanos” mediante un intercambio público de nombres.
La opinión errónea de que el indio era un holgazán y la mujer india una esclava y un esclavo, se basa en una idea errónea del sistema nativo de división del trabajo, según el cual era tarea del hombre defender el hogar y proporcionar alimentos mediante el trabajo. cazar y pescar, asumiendo todos los riesgos y penurias de la batalla y la naturaleza, mientras la mujer se ocupaba de las tareas domésticas, incluido el acarreo de leña y agua y, con las tribus nómadas, el montaje del tipi. Los niños, sin embargo, requerían pocos cuidados una vez que podían correr, y las tareas del hogar eran de lo más sencillas y, como las mujeres trabajaban normalmente en grupos, con canciones y chismes, mientras los niños jugaban, el trabajo se había reducido. mucho placer mezclado con ello. En todo lo que concernía principalmente al hogar, la mujer era la dueña, y en muchas tribus el consejo de mujeres tomaba la decisión final sobre asuntos importantes de política pública. Entre las tribus más puramente agrícolas, como los Pueblos, hombres y mujeres trabajaban juntos en el campo. En el extremo Norte, por otra parte, el duro ambiente parece haber sacado a relucir todo el salvajismo de la naturaleza del hombre, y la mujer era de hecho una esclava sujeta a todos los caprichos de la crueldad, excepto entre los Kutchin del alto Yukón. Destacado por su amable trato hacia sus mujeres. La poligamia existía en casi todas las tribus excepto en los Pueblo.
Religión y Mitología.—El indio era un animista, para quien cada animal, planta y objeto de la naturaleza contenía un espíritu que debía ser propiciado o temido. Algunas de ellas, como el sol, el búfalo, la planta de peyote, el águila y la serpiente de cascabel, eran más poderosas o más frecuentemente útiles que otras, pero no había ninguna posibilidad de anularlas. Spirit”como se representa con tanta frecuencia. Ciertos números, particularmente el cuatro y el siete, se consideraban sagrados. Los colores eran simbólicos y tenían un lugar de residencia local y, a veces, sexo. Así, entre los Cherokee, los espíritus rojos del poder y la victoria vivían en la Tierra del Sol, o el Este, mientras que los espíritus negros de la muerte habitaban en la Tierra del Crepúsculo, en el Oeste. Ciertas tribus tenían paladios alrededor de los cuales centraban su ritual más elaborado. Cada hombre tenía también su “medicina” personal secreta. El sacerdote era también el médico, y la medicina y el ritual religioso estaban estrechamente entrelazados. Secreto En todas las tribus había sociedades que reclamaban poderes de profecía, hipnotismo y clarividencia. Los sueños gozaban de gran reputación e implícitamente se confiaba en ellos y se los obedecía, mientras que las brujas, las hadas y los monstruos sobrenaturales eran tan comunes como en la época medieval. Europa. Se encontraron sacrificios humanos, ya sea de niños o de adultos, entre los Timucua de Florida, el Natchez de Misisipi, los Pawnee de las llanuras y algunas tribus de California. y la costa noroeste, siendo seguido frecuentemente el sacrificio en esta última región por una fiesta caníbal. De vez en cuando, como entre las naciones más civilizadas, surgían profetas para purificar la antigua religión o predicar un nuevo ritual. Cada tribu tenía su génesis, tradición y héroe mítico, con todo un cuerpo de creencias mitológicas y folclore, y uno o más grandes ceremoniales tribales. Entre estos últimos se puede destacar el festival de acción de gracias de la Danza del Maíz Verde de las tribus del este y del sur, la Danza del Sol de las llanuras, la célebre Danza de la Serpiente de los Hopi (qv) y la Danza del Salmón de las tribus de Columbia.
Entierro.—El método de disposición de los muertos variaba según la tribu y el medio ambiente, siendo probablemente la inhumación el más extendido. Los hurones y Iroquois Permitió que los cuerpos se descompusieran sobre andamios, después de lo cual los huesos fueron recogidos y depositados con mucha ceremonia en el sepulcro tribal común. Los Nanticoke y Choctaw rasparon la carne de los huesos, que luego fueron envueltos en un bulto y guardados en una caja dentro de la vivienda. Los entierros en árboles, andamios y cuevas eran comunes en las llanuras y las montañas, mientras que la cremación era la norma en las regiones áridas más al oeste y suroeste. Hacia el norte de Columbia, el cuerpo fue depositado en una canoa levantada sobre postes, mientras que los entierros en cuevas reaparecieron entre los aleutianos de Alaska, y entierro en la tierra entre los esquimalEl temor a mencionar el nombre del difunto era tan universal como la costumbre de destruir los bienes del difunto, incluso hasta matar su caballo o su perro, mientras que la costumbre de colocar comida cerca de la tumba para el espíritu durante el viaje a el otro mundo era casi tan común. La laceración del cuerpo, el corte del cabello, el descuido general de la persona y los lamentos ceremoniales, mañana y tarde, a veces durante semanas, también formaban parte de sus costumbres funerarias.
Idioma y Población.—Cerca de doscientas lenguas nativas, además de dialectos menores, se hablaban al norte de México, clasificados en cincuenta y un grupos lingüísticos distintos, como se indica a continuación, de los cuales casi la mitad estaban representados en California.. Los marcados con un asterisco están extintos, mientras que varios otros ahora se reducen a menos de una docena de individuos que conservan la lengua: algonquino, athapascan (dene), attacapan, *beothukan, caddoan, chimakuan, *chimarikan, chimmesyan, chinookan, chitimachan, * Chumashan, *Coahuiltecan (Pakawa), Copehan (Wintun), Costanoan, Eskimauan, *Esselenian, Iroquoian, Kalapooian, *Karankawan, Keresan, Kiowan, Kitunahan, Koluschan (Tlingit), Kulanapan (Pomo), *Kusan, Mariposan (Yokuts) , Moquelumnan (Miwok) Muskogean, Pujunan (Maidu), Quoratean (Karok), *Salinan, Salishan, Shahaptian, Shoshonean, Siouan, Skittagetan (Haida), Takilman, *Timucuan, *Tonikan, Tonkawan, Uchean, *Waiilatpuan (Cayuse) , Wakashan (Nootka), Washoan, Weitspekan (Yurok), Wishoskan, Yakonan, *Yanan (Nosi), Yukian, Yuman, Zunian.
Si bien la población india nunca fue densa, la idea de que los indios se mantuvieron firmes, o incluso aumentaron en número, es un error grave, basado en el hecho de que la mayoría de las estimaciones oficiales comienzan con el período federal, cuando la raza nativa ya era desperdiciado por casi tres siglos de contacto con los blancos y en muchas regiones completamente extinto. Una fuente adicional de error es el hecho de que la ley reconoce a cualquier persona de ascendencia india, incluso remota, como titular de derechos indios, incluso en esta categoría, especialmente en las antiguas “Cinco Naciones Civilizadas” del Territorio Indio (ahora Oklahoma), varios miles de personas cuyas reclamaciones siempre han sido firmemente repudiadas por los tribunales tribales nativos. Además, el indio original era de pura sangre, mientras que su representante actual tiene a menudo tan poca sangre aborigen que es prácticamente un hombre blanco o un negro. Muchas tribus destrozadas de hoy no contienen ni un solo miembro de sangre pura, y algunas pocas ni siquiera contienen un solo miembro de sangre mitad india. La Nación Cherokee, de la que se informa oficialmente que cuenta con 36,000 personas de sangre Cherokee pura o mixta, probablemente no contiene 4000 de sangre ni siquiera bastante pura, siendo el resto de todos los grados de mezcla hasta un sesenta y cuatro o menos de sangre india, además de algunos 7000 demandantes reconocidos oficialmente, pero repudiados por el antiguo Gobierno indio. En Massachusetts un censo oficial de 1860 informó de una “tribu Yarmouth” de 105 personas, todas descendientes de una sola mujer india con un marido negro que residía allí en 1797. Es obvio que el término indio no puede aplicarse adecuadamente a mezclas tan diluidas.
Toda la población aborigen de Florida, del período de la misión, que ascendía quizás a 30,000, se extinguió hace mucho tiempo sin descendientes, siendo los Seminole una emigración posterior del Arroyos. los aborígenes de South Carolina, contando en 1700 unas quince tribus, de las cuales los Catawba, la tribu más grande, contaba con unas seis mil almas, están representadas hoy por alrededor de un centenar de Catawba mestizos, junto con algunos mestizos dispersos, cuya ascendencia original es motivo de duda.
Lo mismo se aplica a las llanuras. La célebre tribu Pawnee, que en 10,000 contaba con unas 1838 almas, se ha reducido ahora a 650; los Kansa de 1500 en el mismo período ya no tienen 200 almas; y los aborígenes de Texas, que en 1700 contaban tal vez 40,000 almas en muchas tribus pequeñas con lenguas distintas, están extintos, excepto unos 900 caddo, wichita y tonkawa. Los últimos nombrados, estimados en 1000 en 1805, eran 700 en 1849, 314 en 1861, 108 en 1882 y 48 en 1908, incluidos varios extraterrestres. En California. la población aborigen ha disminuido en el mismo período de quizás un cuarto de millón a unos 15,000, y casi la misma proporción de disminución se mantiene a lo largo de toda la costa del Pacífico hasta Alaska. No sólo han disminuido las tribus, sino que grupos lingüísticos enteros se han extinguido durante el período histórico. Las únicas excepciones aparentes a la regla general de decadencia son las Iroquois, sioux y navajos, los dos primeros han mantenido su número mediante adopciones masivas, mientras que los navajos se han preservado gracias a su aislamiento. Las causas de la disminución pueden resumirse en: (I) enfermedades introducidas y disipación, particularmente viruela, enfermedades sexuales y whisky; (2) guerras, también dificultades y debilitamiento general como consecuencia de frecuentes traslados y cambios forzados de los hábitos habituales. La actual población india al norte de México es de aproximadamente 400,000, de los cuales alrededor de 265,000 se encuentran dentro de los Estados Unidos propiamente dichos.
MÉXICO, AMÉRICA CENTRAL Y LAS ANTILLAS.—Entre el Río Grande y el Istmo de Panamá había un gran número de tribus, que constituían unas veinticinco estirpes lingüísticas y representaban todos los grados de cultura, desde el salvajismo más bajo hasta una civilización bastante avanzada. Las más bajas de todas eran las tribus de los California. península, con el Seri de la Isla Tiburón. De grado algo superior, pero todavía salvajes, eran los habitantes de las tierras bajas costeras de Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Los tarumari, tepehuan, huicholes y otros de las sierras del norte estaban aproximadamente al nivel de nuestras propias tribus pueblo, mientras que los AztecasLos totonacas, tarascos, zapotecas y mistecas, los mayas, los kiche y los cakchiqueles de las regiones centrales, casi podrían considerarse naciones civilizadas, contando sus ciudadanos por cientos de miles, con la agricultura y todas las artes industriales comunes, una economía bien desarrollada. una arquitectura desarrollada, un gobierno establecido y ordenado y una voluminosa literatura jeroglífica.
Como en los Estados Unidos, la dirección general de la migración parece haber sido de norte a sur, con excepción de las tribus de origen chibcha, una rama del cuerpo principal de Colombia. Los célebres aztecas, cuyas tribus ocupaban el valle de México y sus alrededores inmediatos, tenían una tradición definida de origen norteño, y la evidencia lingüística muestra que fueron estrechamente afines a los Pima y Shoshoni, mientras que su cultura fue tomada prestada de las naciones anteriores y mucho más cultas, pero menos belicosas, que tenían. fueron dominados unos cinco siglos antes de su propia conquista por Cortés en 1519. El imperio que habían construido comprendía muchas tribus de diversos linajes, mantenidas unidas sólo por la fuerza superior del conquistador, y que se desintegraban fácilmente bajo los ataques de los españoles. Las civilizaciones nativas, sin embargo, han dejado su huella permanente en ambos México y Central América.
En características generales, las culturas de las distintas naciones civilizadas eran muy similares. La agricultura era la industria básica y la dependencia; terrazas en las montañas, irrigación por canales e incluso jardines flotantes en lagos, todos utilizados para satisfacer las necesidades de una población enjambre. La piedra, y más particularmente la obsidiana, seguía siendo el material principal para los instrumentos ordinarios, pero habían descubierto el arte de la fundición del bronce y eran expertos diseñadores en oro. El trabajo del hierro, el metal maestro, era prácticamente desconocido en el continente americano. Estaban pulcramente vestidos con prendas de algodón de varios colores. Su cerámica, especialmente la de los Tarasco, era hermosa tanto en diseño como en fabricación, con superficie vidriada e incrustaciones de metales preciosos. Su arquitectura pública incluía magníficos templos y pirámides, de piedra tallada y pulida engastada en mortero y cubierta con inscripciones jeroglíficas. Las ciudades en ruinas de los mayas de Yucatán (Mayapán, Uxmal y Chichén-Itzá, con muchas otras, todas ocupadas en el momento de la conquista por ruinas más antiguas como Teotihuacán, Copán y Mitla) rivalizan con los grandes restos de la civilización clásica. antigüedad.
La organización social y política parece haberse basado en el grupo familiar. Existía un sistema de educación pública en el que a los niños se les enseñaba ciencia militar, escritura y rituales religiosos, mientras que a las niñas se les instruía en moral y artes domésticas. Cada nación civilizada tenía un elaborado sistema de calendario, siendo el de los mayas el más complejo, con ciclos de 20, 52 y 260 años. Los sistemas religiosos se caracterizaban por el número y magnificencia de sus ceremonias, con ejércitos de sacerdotes y sacerdotisas, procesiones, fiestas y sacrificios, y por el tenor general sangriento de sus rituales, especialmente entre los aztecas, que anualmente sacrificaban miles de cautivos a sus dioses, siendo después comidos los cuerpos de las víctimas por los sacerdotes o por los captores originales. La religión maya, como el pueblo, parece haber sido de carácter más suave, aunque todavía admitía sacrificios humanos. En todas estas naciones el rey tenía autoridad absoluta. Existían bibliotecas enteras de literatura nativa, principalmente de contenido ritual, escrita en caracteres iconomáticos o jeroglíficos sobre papel de fibra de maguey. De los que escaparon al fanatismo de los primeros conquistadores, algunos de los más destacados (aztecas) están ejemplificados en la gran obra de Lord Kingsborough. De las naciones mayas el monumento literario más valioso es el “Popol Vuh” de los ricos de Guatemala, traducido por el Abate Brasseur de Bourbourg. Para una visión integral de estas civilizaciones nativas nuestras mejores autoridades son Gomara y Herrera, del período anterior, con Prescott y Hubert H. Bancroft de nuestro tiempo. A pesar de las guerras exterminadoras de la conquista y la terrible opresión subsiguiente bajo el sistema esclavista, los descendientes de las razas aborígenes (en gran parte cristianizadas y asimiladas a las formas españolas) todavía constituyen la gran masa de la población entre el Río Grande y el Istmo.
Las tribus costeras más rudas de Central América No presentan rasgos culturales muy distintivos, subsistiendo de una agricultura limitada, complementada con la caza y la pesca, sin artes, monumentos o historia de importancia. La Ulva de Honduras practicaba el aplanamiento de la cabeza. Los caribes de la misma región fueron inmigrantes forzados de las Antillas.
Prácticamente la totalidad de las Indias Occidentales estaba ocupada por tribus de dos linajes lingüísticos: los primeros de origen arahuaco y los más recientes invasores caribeños de la costa norte del sur. América. Los aborígenes arahuacos se encontraban en el estatus cultural de nuestras propias tribus del Golfo, subsistiendo principalmente de la agricultura y practicando las artes más simples, pero no aptos por su hábito pacífico para resistir las incursiones del depredador caribe, cuyo mismo nombre es sinónimo de "caníbal". Bajo las terribles crueldades de sus conquistadores y capataces españoles, fueron virtualmente exterminados dos generaciones después del descubrimiento (ver arahuacos).
Como comúnmente se reconoce, los linajes lingüísticos representados en México, Centro América, y las Indias Occidentales eran alrededor de veinticinco, como se indica a continuación, siendo también extralimitales los marcados con un asterisco: *Athapascan (Chihuahua, etc.); *Caribeño (Honduras e islas); chiapanecos (Chihuahua, Nicaragua, Costa Rica); *Chibehan (Panamá); Chinanteca (Oaxaca); Huaveán (Oaxaca); lenca (Honduras); maratiniano o tamaulipeco (Tamaulipas); Matagalpan (Nicaragua); Maya (Yucatán, Tabasco, Chiapas, Guatemala); Mosquitano (Honduras); *Nahuatlán Shoshoniano (México, etc.); Oliva (Tamaulipas); otomí (Guerrero, etc.); *Pakawan o Coahuiltecan (Coahuila); Payán (Honduras); Serián (Sonora); Sub'tiaban (Nicaragua); tarasco (Michoacán); Tequistlatecan (Oaxaca, Guerrero); Totonaca (Vera Cruz); Ulván (Nicaragua, etc.); Waikurian (California.); Xanambría (Tamaulipas); Xicacuán (Honduras); Xincán (Guatemala); *Yumano (California.).
AMÉRICA DEL SUR.—En el continente sudamericano existía antes de la ocupación europea una cadena de civilizaciones nativas altamente desarrolladas que se extendía a lo largo de la meseta andina desde el istmo hacia el sur hasta Chile, mientras que el resto (incluida la estrecha franja costera a lo largo del Pacífico y los grandes bosques y pampas que se extienden hacia el este hasta el Atlántico) estaban ocupados por pequeñas tribus de estatus cultural primitivo, desde los agricultores sedentarios del Orinoco medio y el Paraná hasta los rudos salvajes de Tierra del Fuego.
Entre las naciones civilizadas, en orden de norte a sur, estaban los muysca o chibcha de Colombia, los yunca y quichua de Perú, y el algo problemático Aimara de las Perú–Bolivia frontera. De ellos los más poblados, más importantes y más conocidos fueron los quichua, cuyo gran imperio de Perú, con su capital en Cuzco, dominaba toda la región al oeste de la gran Cordillera desde el territorio chibcha hasta aproximadamente el paralelo 35 en Chile, con colonias periféricas entre los calchaquíes de Catamarca, al este de la cadena de los Andes. Su casta gobernante, los incas, que afirmaban descender del sol y a quienes pertenecían los emperadores y la nobleza, parece haber sido originalmente la tribu núcleo del imperio, que a lo largo de los siglos había absorbido y asimilado gradualmente a casi todas las tribus. de estirpe quichua afín, junto con otras tribus y naciones de estirpe extranjera y de mayor o menor grado de cultura. A diferencia de los aztecas, que mantuvieron a las tribus sometidas sólo mediante una fuerza superior, los emperadores incas siguieron una política sistemática de expulsión y colonización con referencia a las tribus conquistadas, bajo la cual las diferencias tribales desaparecieron rápidamente y los nuevos súbditos quedaron completamente fusionados en el cuerpo de la tribu. imperio. El gobierno, aunque casi absoluto, era apacible y paternal, velaba cuidadosamente por el bienestar de cada clase y ciudadano, definía sus privilegios y deberes y exigía a cada uno de ellos una estricta rendición de cuentas en su contribución al bienestar general. La religión tenía el mismo carácter benévolo y no tenía ninguno de los sangrientos ritos caníbales y de sacrificio de los aztecas. La civilización material fue probablemente la más avanzada de la época aborigen. América, la agricultura, la alfarería, el tejido y la metalurgia en oro y bronce estaban en su apogeo, mientras que los estupendos templos, fortalezas y caminos, en piedra maciza tallada, no tenían paralelo en el continente y aún desafían los siglos. En el arte escultórico, sin embargo, estaban por detrás de los aztecas, mayas y otras naciones del norte, y en todo lo literario no habían progresado más allá de un simple sistema por medio de quipus o cuerdas anudadas. Entre los mejores relatos de la civilización inca se encuentra el contenido en “La conquista de Perú“, descripción que se aplicará con aproximadamente exactitud a las demás de la región andina. La raza chibcha fue prácticamente exterminada por los conquistadores españoles en su sed de oro, pero en Ecuador, Perúy Bolivia los descendientes de las antiguas naciones civilizadas todavía constituyen la mayor parte de la población, y el quichua es el idioma dominante fuera de las ciudades.
Los araucanos (qv) del sur Chile, que han resistido con éxito todos los intentos de subyugación hasta el día de hoy; las tribus Moxos del sur Bolivia y sus vecinos, los calchaquíes de Argentina; las populosas tribus guaraníes del Paraguay; y la mayoría de las tribus del Orinoco medio eran principalmente sedentarias y de hábitos agrícolas, y bastante avanzadas en las artes nativas simples, incluida la alfarería, el tejido y la preparación de harina de tapioca a partir de la raíz de mandioca. Las tribus de la gran cuenca del Amazonas y del este BrasilPor regla general, eran principalmente cazadores o pescadores, y de cultura inferior, como también lo eran las tribus ecuestres depredadoras del Chaco, Argentina central y Patagonia, mientras que los Ona y otros de la inclemente Tierra del Fuego ejemplificaban el más bajo grado de salvajismo, estando sin ropa, refugio, estructura ni arte alguno digno de ese nombre. El canibalismo prevaleció en gran parte del continente, especialmente entre los botocudo, guaraní y otros del Paraná y el este. Brasil, en partes de Guayana y la gran región del Orinoco, y en algunos de los cursos superiores del Amazonas. La organización social, las leyes y el gobierno tribales, excepto entre las tribus sedentarias de la región más meridional, estaban definidos de manera muy vaga, y la religión de todos parece haber sido un simple animismo, aparentemente con mucha menos forma ceremonial de la que era común entre las tribus. de grado similar en el continente norte, probablemente debido a la naturaleza del desierto tropical, que dificultaba la reunión en grandes cantidades.
Las tribus orientales fueron terriblemente devastadas por los saqueadores de esclavos organizados en el período anterior y hasta que los jesuitas las armaron para una defensa eficaz en el siglo XVII. La civilización, con sus vicios introducidos y nuevas enfermedades, en particular la viruela, ha sido tan destructiva para ellos como para otras razas salvajes y, a pesar del esfuerzo misionero y la esporádica protección gubernamental en algunos estados, parecen marchar rápidamente hacia la extinción definitiva.
Según lo tabulado por Chamberlain, nuestra autoridad más reciente (South American Linguistic Stocks, 1907), el número de stocks lingüísticos sudamericanos era aproximadamente ochenta, como se indica a continuación; la lista está sujeta a algunos cambios con una investigación más amplia. De éstos, sólo el tupián o tupi-guarini ocupa la mayor parte del territorio. Brasil y Paraguay, y forma la base de la lingoa general o lengua comercial. Alikulufan (Tierra del Fuego), Andaquín (Colombia), Apolistón (Bolivia), Arauano (Brasil), araucano o aucano (Chile), arahuaco (Venezuela, etc.), Ardán (Ecuador), atacamenés (Chile), aymara? (Perú, Bolivia), Barbacoan (Colombia), Betoyan (Colombia, Venezuela), bororano (Brasil), calchaquiano (Argentina), canario (Perú–Ecuador), Canichanán (Bolivia), Caraján (Brasil), Caribe (Venezuela, Guayana, etc.), Caririan (Brasil), Cayubaban (Bolivia), Changoano (Chile), Chayacuran (Bolivia), Charruán, (Uruguay), Chibchán (Colombia), Chiquitan (Bolivia), chocoan (Colombia), cholonan (Perú), chonoano (Chile), Churoyán (Colombia), Cocnucán (Colombia), Corabecán (Bolivia), Cunan (Colombia), Curucunecan (Bolivia), Curuminacán (Bolivia), Enomagan (Paraguay), Goyatacán (Brasil), guahibán (Colombia), guaraunán (Venezuela), guatoanés (Bolivia–Brasil), guaycurense (Argentina), iteneano (Bolivia), itonamán (Bolivia), itucaleño (Perú), Jivaran (Ecuador), Lamán (Perú), Lecán (Bolivia), Lorenzan (Perú), Luleán (Argentina), Mainán (Ecuador), Makuán (Brasil), Matacán (Argentina, Paraguay), Miranhan (Brasil), Mocoan (Colombia), Mosetenan (Bolivia), Moviman (Bolivia), Murano (Brasil), Ocoronán (Bolivia), Onán (Tierra del Fuego), Otomaca (Venezuela), otuquiano (Bolivia), Paniquitan (Colombia), Panoan (Perú), Peban (Perú, Ecuador), Piaroan (Colombia, Venezuela), puelcheano (Argentina), puinaviano (Colombia), puquinano (Perú), Quichua (Perú, Ecuador, etc.), Salivan (Venezuela), samucán (Bolivia), Tacanán (Bolivia), Tapuyan (Brasil, Colombia), Ticunán (Brasil), Timoteo (Venezuela), Tupián (Brasil, Paraguay, Bolivia, etc.), Trumaiano (Brasil), Tsonekan (Argentina), Uitotan (Brasil), Yahganan (Tierra del Fuego), Yaruran (Venezuela—Colombia), Yuncán (Perú), Yurucarán (Bolivia), Zaparan (Ecuador).
JAMES LUNA