← Virginidad perpetua de María
Lucas 1:34
Perspectiva católica
En Lucas 1:33, el ángel Gabriel le dijo a María que ella había sido elegida para ser la madre del Mesías, y en este versículo ella hizo la pregunta, traducida literalmente del griego: “¿Cómo será esto, porque no conozco varón?” Desafortunadamente, la traducción RSVCE aquí es muy pobre. La traducción de Douay Rheims lo dice bien: “¿Cómo se hará esto, si no conozco hombre?” Hay tres razones por las que esta pregunta no tiene sentido a menos que María planeara mantener su virginidad.
Primero, cuando consideramos que María y José ya estaban “desposados”, según el versículo 27 de este mismo capítulo, entendemos que María y José entonces habían tenido un matrimonio legal. En el antiguo Israel, el desposorio era similar a un matrimonio ratificado en nuestra comprensión del matrimonio en el Nuevo Pacto (ver Deuteronomio 22:23-24). Después del desposorio, el marido normalmente preparaba un hogar para su nueva esposa y luego venía y la recibía en su casa con gran ceremonia (la fiesta de bodas), donde posteriormente se consumaría la unión (ver Mateo 25:1-12). Esta es precisamente la razón por la que, aunque María y José sólo estaban “desposados”, San José tenía la intención de “divorciarse de ella en silencio” (Mateo 1:19) cuando descubrió que ella estaba embarazada. No te divorcias de alguien con quien aún no estás casado.
En segundo lugar, es crucial entender esto porque una mujer recién casada que estuviera planeando una vida conyugal normal no se preguntaría: “¿Cómo será esto?” Supondría que, después de que ella y Joseph comenzaran a cohabitar, quedaría embarazada en el curso normal de las cosas. Sin embargo, San Lucas indica que María creyó en el mensaje pero aún quería saber cómo se lograría. Obviamente conocía los hechos de la vida, de lo contrario no habría hecho la pregunta. Esto indica que ella no estaba planeando el curso normal de los acontecimientos para su futuro con St. Joseph.
En tercer lugar, el lenguaje “no conozco hombre”, o “conocer” a alguien era un eufemismo judío común para las relaciones sexuales (ver Jueces 19:25; 1 Reyes 4:XNUMX). Por lo tanto, el lenguaje que María usó aquí sería de esperarse dada su singular consagración como Esposa del Espíritu Santo.
Objeciones comunes
+ | MATEO 13 DICE QUE JESÚS TENÍA HERMANOS Y HERMANAS. |