
DÍA 77
RETO
“Los ministros católicos no deberían llamarse sacerdotes. Todos los cristianos son sacerdotes. Pedro dice que sus lectores son 'un real sacerdocio, una nación santa' (1 Pedro 2:9)”.
DEFENSA
Los cristianos son sacerdotes, pero las Escrituras indican que también existe un sacerdocio ministerial especial.
La Iglesia está de acuerdo en que, por el bautismo, los cristianos tienen participación en el sacerdocio de Cristo (CIC 1141, 1268, 1546; cf. 1174, 1322). A esto se le llama comúnmente “el sacerdocio común de todos los fieles” (CIC 1535). Sin embargo, ciertos miembros de los fieles son ordenados a una mayor participación en el sacerdocio de Cristo por el sacramento del orden sagrado. Esto se conoce como sacerdocio ministerial (CCC 1547). Cristo—fuente del sacerdocio común y ministerial—es nuestro sumo sacerdote (CCC 1544). La Iglesia entiende así que existe una triple estructura: el sacerdocio común de todos, el sacerdocio ministerial de los ordenados y el sumo sacerdocio de Cristo.
Esto es lo que vemos en el Nuevo Testamento. El sacerdocio común se menciona en 1 Pedro 2:9. Se hace referencia al sacerdocio ministerial en Romanos 15:16, donde Pablo habla de cómo él es un ministro de Cristo “en el servicio sacerdotal del evangelio de Dios”. También se hace referencia al sacerdocio ministerial en pasajes que hablan de líderes ordenados de la Iglesia conocidos como “ancianos” (Hechos 14:23; 1 Tim. 5:17; Tito 1:5; Santiago 5:14). Finalmente, se hace referencia al sumo sacerdocio de Cristo en pasajes como Hebreos 3:1, 4:14–15, 5:5, 6:20 y 9:11.
Este fue también el patrón en el Antiguo Testamento. Pedro estaba citando la versión Septuaginta de Éxodo 19:6, donde Dios les dijo a los israelitas que, si guardaban su pacto, serían para él “un real sacerdocio y una nación santa” (en griego, basileion hierateuma kai ethnos hagion). Había, por tanto, un sacerdocio común de los israelitas, pero eso no impidió que Dios designara también un sacerdocio ministerial entre los hijos de Aarón (Éxodo 28:1), con Aarón como sumo sacerdote (Esdras 7:5). En lugar de socavar la idea de un sacerdocio ministerial, la cita del Éxodo que hace Pedro la apoya al invocar para la Iglesia los mismos conceptos sacerdotales que se aplicaban a Israel.
TIP
Es difícil objetar que los católicos llamen “sacerdotes” a sus ministros, ya que este término se deriva de la palabra griega presbuteros (“anciano, presbítero”). Los ancianos o presbíteros del Nuevo Testamento dieron al inglés la palabra "sacerdote".