
DÍA 137
RETO
“Jesús no es Dios. Sólo afirmó ser el Hijo de Dios”.
DEFENSA
Al afirmar ser el Hijo de Dios, Jesús afirma ser Dios. Su divinidad también está indicada en otros pasajes de las Escrituras.
Por naturaleza, los hijos son iguales a sus padres. Cuando Jesús afirma que es el Hijo de Dios, indica su igualdad con Dios Padre. El hijo del hombre es un hombre, y el Hijo de Dios es Dios.
El Nuevo Testamento lo reconoce explícitamente. Los oponentes de Jesús intentaron matarlo “porque no sólo quebrantó el sábado, sino que también llamó a Dios su Padre, haciéndose igual a Dios” (Juan 5:18). Tenga en cuenta que Juan, el autor inspirado, no dice que los oponentes de Jesús pensaran que se había hecho igual a Dios. Él dice que Jesús hizo esto.
A la luz de esto, otros textos que hablan de la divinidad de Jesús también indican que él era igual a Dios, no un “dios” creado menor. Este es el caso cuando leemos: “En el principio existía el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1). También arroja luz sobre la aceptación de Jesús del culto de Tomás cuando éste le declara “¡Señor mío y Dios mío!” (Juan 20:28).
Pablo dice que en Jesús “toda la plenitud de la deidad habita corporalmente” (Col. 2:9), y cita un antiguo himno cristiano que dice que, aunque el Jesús preencarnado “tenía forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres” (Fil. 2:6-7).
Pablo llama directamente a Jesús Dios cuando escribe que de la raza judía, “según la carne, es el Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas” (Rom. 9:5), y cuando analiza cómo debemos vivir mientras esperamos “el manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13). Pedro también declara a Jesús Dios cuando habla de “la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo” (2 Ped. 1:1).
TIP
Para una defensa exhaustiva y extensa de la divinidad de Jesús, consulte Jesús y el Dios de Israel: Dios crucificado y otros estudios sobre la cristología de la identidad divina del Nuevo Testamento de Richard Bauckham.