
DÍA 108
RETO
“La ciencia y la religión parecen antagónicas. ¿Cómo pueden coexistir?
DEFENSA
En otra parte cubrimos el hecho de que los dos campos no son intrínsecamente hostiles (ver Día 266). Esto, sumado al hecho de que tratan en gran medida temas diferentes, hace posible su convivencia.
La Escritura no se detiene en los detalles de la creación porque, al inspirar a los autores bíblicos, el Espíritu de Dios “no quiso enseñar a los hombres estas cosas que de nada les servirían para su salvación” (San Agustín, El significado literal del Génesis 2:9:20).
De manera similar, al cardenal César Baronio se le atribuye haber dicho: “La intención del Espíritu Santo era enseñarnos cómo ir al cielo, no cómo van los cielos” (citado en Galileo Galilei, Carta a la gran duquesa Cristina).
Según Juan Pablo II:
La Biblia no se ocupa de los detalles del mundo físico, cuya comprensión es competencia de la experiencia y el razonamiento humanos. Existen dos reinos de conocimiento, uno que tiene su fuente en la revelación y otro que la razón puede descubrir por su propio poder. A estas últimas pertenecen especialmente las ciencias experimentales y la filosofía. La distinción entre los dos ámbitos del conocimiento no debe entenderse como una oposición. Los dos reinos no son del todo ajenos el uno al otro, tienen puntos de contacto. Las metodologías propias de cada uno permiten sacar a la luz diferentes aspectos de la realidad (Discurso a la Academia Pontificia de las Ciencias, 31 de octubre de 1992).
El biólogo evolucionista Stephen Jay Gould planteó el mismo punto, quien argumentó que la ciencia y la religión tienen cada una un magisterio (autoridad docente) con respecto a sus campos de estudio, pero estos en gran medida no se superponen, afirmando:
Esta resolución podría permanecer clara y limpia si los magisterios no superpuestos (NOMA) de la ciencia y la religión estuvieran separados por una extensa tierra de nadie. Pero, de hecho, los dos magisterios chocan uno contra el otro, interdigitando [es decir, entrelazando sus dedos] de maneras maravillosamente complejas a lo largo de su frontera común. Muchas de nuestras preguntas más profundas apelan a aspectos de ambos para diferentes partes de una respuesta completa, y la clasificación de dominios legítimos puede volverse bastante compleja y difícil (“Magisteria no superpuesta”, disponible en línea).