
DÍA 336
RETO
“Creer sin evidencia es irracional. Un hombre racional proporcionará sus creencias estrictamente de acuerdo con la evidencia”.
DEFENSA
Las acciones son irracionales si se realizan en contra de la razón, pero no todas las razones son probatorias. A veces tenemos razones más prácticas que probatorias.
Supongamos que estás huyendo del peligro y la única forma de escapar de una muerte segura es saltar a través de un abismo. Supongamos además que el abismo es lo suficientemente ancho como para no saber si saltarlo está dentro de sus posibilidades, pero si pierde la confianza, ciertamente fracasará. En esta situación, tienes una razón práctica para esforzarte y adoptar la creencia de que puedes saltar el abismo. No tienes pruebas sólidas de esto, pero la razón práctica dicta que debes dar un acto de fe (literal).
Esto sucede más en la vida de lo que comúnmente se reconoce. A menudo, razones prácticas nos impulsan a tomar una decisión aunque no tengamos el tipo de razones probatorias que nos gustaría. Esto puede suceder en situaciones inusuales y dramáticas como la anterior, y puede suceder en situaciones simples y cotidianas, como cuando necesitamos tomar una decisión solo para poder pasar a otra cosa.
Es fácil ver cómo la proximidad de la muerte puede dar razones prácticas para tomar una decisión sobre cuestiones religiosas, como si existe un Dios, una vida después de la muerte y si podemos afectar nuestro estado en la otra vida. Debido a nuestro instinto de supervivencia, los seres humanos naturalmente tememos a la muerte y tratamos de evitarla. Cuando es inevitable, podemos experimentar una ansiedad intensa. Una manera de aliviar esta ansiedad sería poner fe en Dios y pedirle perdón. Otra sería concluir que no existe otra vida y que, por tanto, no hay nada que temer. Otra opción sería decir: “Dios, no sé si tú y el más allá existen, pero si es así, perdóname”.
Un estudio de la evidencia sobre Dios y el más allá apunta a la primera de estas opciones, pero independientemente de qué evidencia una persona haya examinado previamente, las realidades prácticas de la situación de una persona moribunda le dan razones para tomar alguna decisión sobre estos temas.
TIP
Para una discusión relacionada, consulte el ensayo “La voluntad de creer” de William James (disponible en línea).