
DÍA 282
RETO
“Pedro no puede ser la roca a la que Jesús se refiere en Mateo 16:18. Utiliza la palabra petros (piedra pequeña) para 'Pedro' pero petra (roca grande) para 'roca'. ¿Por qué cambiaría la palabra si se refería a Pedro las dos veces?
DEFENSA
Este desafío tiene varios problemas y no prueba su caso.
El erudito protestante DA Carson señala:
Si bien es cierto que petros y petra pueden significar “piedra [pequeña]” y “roca [grande]” respectivamente en griego antiguo, la distinción se limita en gran medida a la poesía. Además, en este caso el arameo subyacente es incuestionable; y muy probablemente kêphā' se usó en ambas cláusulas (“tú eres kêphā' y en este kêphā'”), ya que la palabra se usó tanto para un nombre como para una “roca”. La Peshitta (escrita en siríaco, un idioma relacionado con el arameo) no hace distinción entre las palabras de las dos cláusulas. El griego hace la distinción entre petros y petra simplemente porque está tratando de preservar el juego de palabras, y en griego la petra femenina no podría servir como nombre masculino (Comentario Bíblico del Expositor sobre Mateo 16:18).
Además, señala: “Si Mateo hubiera querido decir nada más que Pedro era una piedra en contraste con Jesús la Roca, la palabra más común habría sido lithos (“piedra” de casi cualquier tamaño). Entonces no habría habido ningún juego de palabras, ¡y ese es precisamente el punto! (ibídem.).
Aunque las palabras de Jesús podrían haberse traducido al griego usando petros en ambos casos (“Tú eres petros y en este petros”), petra puede aparecer en el segundo caso simplemente para evitar usar la misma palabra demasiado cerca en rápida sucesión. Evitar la repetición mediante el uso de un sinónimo suele ser un elemento importante de estilo (hasta el punto de que es la razón por la que existen los pronombres).
Incluso si admitiéramos que petros y petra se referían a piedras pequeñas y grandes respectivamente, esto no demostraría que Pedro no es la roca. Esa interpretación supone un paralelismo antitético, donde ambos se contrastan (“Tú eres una piedra pequeña, pero sobre esta otra gran roca…”). Sin embargo, también podría tratarse de un paralelismo sintético, en el que la segunda idea se basa en la primera (“Puedes parecer una piedra pequeña, pero en la roca grande realmente lo eres…”).