
DÍA 233
RETO
“Jesús nunca existió. El pasaje donde Josefo se refiere a él es falso”.
DEFENSA
El pasaje en cuestión no es falso.
La mayoría de los manuscritos de Antigüedades de los judíos de Josefo, escritos alrededor del año 93 d. C., contienen este pasaje:
Ahora bien, en ese tiempo existió Jesús, un hombre sabio, si es lícito llamarlo hombre, porque era hacedor de obras maravillosas, maestro de aquellos hombres que reciben la verdad con agrado. Atrajo hacia él tanto a muchos judíos como a muchos gentiles. Él era Cristo; y cuando Pilato, por sugerencia de los principales entre nosotros, lo condenó a la cruz, los que lo amaron al principio no lo abandonaron, porque se les apareció vivo nuevamente al tercer día, como lo habían predicho los divinos profetas. estas y diez mil otras cosas maravillosas acerca de él; y la tribu de los cristianos, llamada así por él, no está extinta en el día de hoy (18:3:3).
Esto habla de Jesús como lo haría un cristiano, pero Josefo no era cristiano, por lo que los eruditos han concluido que el pasaje no apareció de esta forma en sus escritos originales. Sin embargo, eso no significa que sea falso. Significa que fue editado por un cristiano posterior.
Existe un amplio consenso entre los eruditos de que Antigüedades originalmente contenía una versión de este pasaje, pero un editor cristiano agregó ciertas frases. Cuando se eliminan las frases que indican un editor cristiano, el pasaje original puede reconstruirse de la siguiente manera:
En aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio. Porque fue hacedor de maravillas, maestro de gente que recibe con agrado la verdad. Y ganó seguidores tanto entre muchos judíos como entre muchos de origen griego. Y cuando Pilato, a causa de una acusación hecha por los principales entre nosotros, lo condenó a la cruz, los que antes lo habían amado no dejaron de amarlo. Y hasta el día de hoy la tribu de cristianos (que lleva su nombre) no se ha extinguido (John Meier, A Marginal Jew, 1:61).
Además, hay un pasaje posterior (Antigüedades 20:9:1) que se refiere a Jesús, lo que indica además que Josefo originalmente incluyó una versión de este pasaje (ver Día 147).
TIP
Para un análisis más detallado, véase Michael Licona, The Resurrection of Jesus, 235–42.