
DÍA 193
RETO
“A María no se le deben dar honores especiales. Jesús ciertamente no le mostró ninguno. De hecho, de repente la llamó 'mujer'”.
DEFENSA
En ese momento, "mujer" era una forma respetuosa de dirigirse a ella, como "señora".
Jesús se refiere a su madre como “mujer” (griego, gunai) en dos pasajes: las bodas de Caná (Juan 2:4) y la Crucifixión (Juan 19:26-27). En el primero, María le informa que sus anfitriones se han quedado sin vino y (traduciendo literalmente del griego), él dice: “¿Qué (eso) para mí y para ti, mujer?” Observe que pone a María en la misma categoría que él: pregunta cómo les afecta a ambos la preocupación de sus anfitriones.
Esto no es una señal de falta de respeto.
En el segundo, Juan dice: “Cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien amaba, que estaba cerca, dijo a su madre: 'Mujer, ahí tienes a tu hijo'. Entonces dijo al discípulo: '¡Ahí tienes a tu madre!' Y desde aquella hora el discípulo la llevó a su casa”. Una vez más, aquí no hay falta de respeto. Jesús cuida tiernamente a su madre después de su muerte.
En cuanto a la forma en que se usa el término “mujer” como discurso en el Nuevo Testamento:
- Jesús lo usa para dirigirse a la mujer sirofenicia (Mateo 15:28).
- Jesús lo usa para dirigirse a la mujer con hemorragia (Lucas 13:12).
- Pedro lo usa para dirigirse a la sirvienta del sumo sacerdote (Lucas 22:57).
- Jesús lo usa para dirigirse a la mujer samaritana junto al pozo (Juan 4:21).
- Dos ángeles lo usan para dirigirse a María Magdalena (Juan 20:13).
- Jesús lo usa para dirigirse a María Magdalena (Juan 20:15).
- Pablo lo usa para dirigirse a esposas individuales entre sus lectores (1 Cor. 7:16).
- Pablo lo usa para dirigirse a las esposas de su audiencia (Col. 3:18, usando el plural: gunaikes).
- Pedro lo usa para dirigirse a las esposas de su audiencia (1 Pedro 3:1, usando el plural: gunaikes).
Ninguno de estos usos es irrespetuoso y revelan que “mujer” era una forma educada de dirigirse a ella.
TIP
Lo mismo se aplicaba al término “hombre” (griego, anthropē o anēr) cuando se usaba como forma de tratamiento. Funcionaba como los términos ingleses "sir" o "señor". Entre otros ejemplos, véase Lucas 5:20, donde Jesús le dice al paralítico: “Hombre, tus pecados te son perdonados”.