
DÍA 221
RETO
“Los bebés no creen en Dios. Nacen ateos. Entonces el ateísmo es la condición natural de la humanidad”.
DEFENSA
Esta afirmación se basa en una mala comprensión de lo que es el ateísmo.
Las personas pueden tener varias actitudes hacia cualquier propuesta:
- Es posible que nunca hayan considerado la propuesta.
- Quizás lo hayan considerado pero ni lo afirman ni lo niegan.
- Pueden afirmar la proposición.
- Pueden negar la proposición. También son posibles actitudes más específicas basadas en la fuerza con la que uno afirma o niega una proposición (por ejemplo, sosteniendo que es cierta, casi cierta, muy probable, probable, algo probable, equiprobable, algo improbable, poco probable, y así sucesivamente), pero estas cuatro actitudes generales son suficientes para nuestros propósitos actuales.
Si los relacionamos con la proposición “Dios existe”, surgen las siguientes posiciones:
1. Los que nunca han considerado si Dios existe (alogismo) 2. Los que no saben si Dios existe (agnosticismo)
3. Los que afirman que Dios existe (teísmo)
4. Los que niegan que Dios existe (ateísmo)Cuando se hacen estas distinciones, queda claro a qué categoría pertenecen los bebés. Nunca han considerado si Dios existe, una posición que podemos llamar alogismo (del griego a, “no” y logizomai, “considerar”). De hecho, pertenecen a la categoría de alogistas por necesidad, porque no tienen el aparato conceptual necesario para comprender la proposición "Dios existe". Incluso si alguien les explicara el concepto de la existencia de Dios, no entenderían lo que se decía.
El ateísmo implica la negación de la existencia de Dios. Por lo tanto, es un error categorial afirmar que los bebés son ateos. Ni siquiera son agnósticos sino “alogistas”.
La afirmación de que el ateísmo es el estado natural de la humanidad también se ve socavada por el hecho de que la religión es un universal humano (ver Día 313). Históricamente, no ha habido sociedades no religiosas. De hecho, investigaciones recientes indican que, a medida que se desarrollan las capacidades cognitivas de los niños, están predispuestos a la fe religiosa.